Archivos Mensuales: septiembre 2012
La pobreza como violación de los derechos humanos
Por Roberto Brissio, Director del Instituto del Tercer Mundo (ITeM)
Antes de firmar tratados internacionales de comercio o de inversión o de diseñar políticas fiscales, los gobiernos deben asegurar la coherencia de estas políticas con sus obligaciones de derechos humanos y evitar medidas “que creen, mantengan o aumenten la pobreza, internamente o fuera del propio territorio”. Esto es necesario para conciliar la normativa internacional de derechos humanos con la realidad de pobreza en que vive la mayor parte de la población mundial.
Aunque éste y otros puntos -como la reafirmación del derecho al agua- son potencialmente controvertidos, la abogada chilena Magdalena Sepúlveda Carmona, relatora especial sobre la extrema pobreza de las Naciones Unidas, estampó la palabra “final” sobre el proyecto que acaba de enviar a los gobiernos para establecer “principios rectores sobre la extrema pobreza y los derechos humanos”. Sepúlveda cree que habrá consenso y que el Consejo de Derechos Humanos aprobará en setiembre este conciso documento de veinticinco páginas donde resume ocho principios y cuatro requisitos para garantizar catorce derechos específicos de las personas que viven en la pobreza.
El documento está concebido como orientador de las políticas públicas, y, por lo tanto, dirigido a los gobiernos nacionales que deciden sobre ellas, pero también contiene secciones sobre las obligaciones de las grandes empresas trasnacionales.
Culmina así un largo proceso, iniciado en 2001, cuando la entonces Comisión (hoy Consejo) de Derechos Humanos encomendó a la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos que definiera cómo aplicar las normas de derechos a la lucha contra la pobreza, que las Naciones Unidas consideran prioridad universal.
El Banco Mundial tiene una definición monetaria de la pobreza y ha establecido la frontera en los ingresos inferiores a un dólar por día (ahora ajustados a un dólar y cuarto). Según el enfoque de derechos humanos, en cambio, la pobreza es “una condición humana que se caracteriza por la privación continua o crónica de los recursos, la capacidad, las opciones, la seguridad y el poder”.
La pobreza, dice el preámbulo de los “principios” a los que Sepúlveda ha dado forma definitiva, es “a la vez causa y consecuencia de violaciones de los derechos humanos”. Los pobres “sufren muchas privaciones que se relacionan entre sí y se refuerzan mutuamente -como las condiciones de trabajo peligrosas, la insalubridad de la vivienda, la falta de alimentos nutritivos, el acceso desigual a la justicia, la falta de poder político y el limitado acceso a la atención de salud-, que les impiden hacer realidad sus derechos y perpetúan su pobreza”.
De ahí que el primer principio que se postula es el de la dignidad humana, junto a “la indivisibilidad, relación mutua e interdependencia de los derechos humanos”. Los restantes principios son la igualdad contra toda discriminación, que “incluye el derecho de ser protegidos contra el estigma negativo asociado a la situación de pobreza”, la igualdad entre hombres y mujeres, los derechos del niño, la capacidad de actuación y autonomía de las personas que viven en pobreza, la participación y empoderamiento, la trasparencia y acceso a la información y la rendición de cuentas.
Basados en estos principios, los Estados deben adoptar estrategias nacionales para reducir la pobreza y lograr la integración social, con puntos de referencia y plazos claros y planes de acción bien definidos. Las políticas públicas deben dar “debida prioridad” a los pobres y las “instalaciones, bienes y servicios necesarios para el disfrute de los derechos humanos” deben ser “accesibles, adaptables, asequibles y de buena calidad”.
Si bien todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales se aplican a los pobres, el documento ofrece una lista de “algunos derechos específicos cuyo disfrute por quienes viven en la pobreza es particularmente limitado o está especialmente menoscabado, y respecto de los cuales los Estados tienen con frecuencia políticas inadecuadas o contraproducentes”. Entre éstos se cuentan el derecho al agua y el saneamiento, la alimentación, la salud y la educación, la vivienda, al trabajo y la seguridad social, entre otros esenciales para la dignidad, como el derecho a tener documentos de identidad.
Los Estados tienen la obligación ya mencionada de ser coherentes, solicitar asistencia internacional cuando sus esfuerzos no sean suficientes y asistir si están en condiciones de hacerlo, rindiendo cuenta de sus intervenciones.
“En un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza”, dice el prefacio del documento. Cuando se lo apruebe, erradicar la pobreza extrema ya no será solo un deber moral, sino también una obligación jurídica.
Desigualdades del bienestar subjetivo: soledad, maltrato y presentismo
Por Macarena Orchard en El Ciudadano
El reciente Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2012 invita a mirar a la sociedad chilena desde el punto de vista del “bienestar subjetivo” y a repensar la política de desarrollo considerando esta nueva dimensión. Esta invitación es normativamente consistente con el enfoque de desarrollo humano pues sitúa a las personas en el centro, y se realiza a partir de la constatación empírica de que las condiciones sociales, y por ende las políticas públicas, sí importan en el logro del bienestar subjetivo.
Una de las pruebas más claras de que la sociedad sí importa en este campo, es que el bienestar subjetivo está desigualmente distribuido en la población. Esto es válido para todas las dimensiones del bienestar subjetivo: el ‘bienestar subjetivo individual’, que alude a la satisfacción que tienen las personas con sus vidas, y el ‘bienestar subjetivo con la sociedad’, que alude a la evaluación que éstas realizan de la sociedad en que viven. El informe señala que ambos componentes están desigualmente distribuidos en la población chilena, aunque en el caso del primero, esta desigualdad es mayor.
En efecto, el informe muestra que, a pesar de que los chilenos se declaran progresivamente más satisfechos con sus vidas, esta declaración disminuye en los grupos socioeconómicos más bajos. Considerando la escala de satisfacción con la vida, cuyo rango va de1 a 10, se observa que el 90% del grupo ABC1 se sitúa sobre 7, porcentaje que disminuye progresivamente en el resto de los estratos, llegando a 56% en el grupo E. ¿Qué explica estas cifras?
La respuesta se encuentra en la desigual distribución de las ‘capacidades para el bienestar subjetivo’, vale decir, de las libertades reales que tienen las personas para desarrollar sus proyectos de vida. A través de diversos análisis estadísticos, el informe comprueba que hay cinco capacidades claves a la hora de construir bienestar subjetivo en Chile: ‘tener las necesidades físicas y materiales básicas satisfechas’, ‘gozar de una buena salud’, ‘tener vínculos significativos con los demás’, ‘sentirse respetado en dignidad y derechos’ y ‘tener un proyecto de vida definido’.
Todas estas capacidades están desigualmente distribuidas en la población. El informe muestra que no solo las capacidades materiales –como la cobertura de necesidades básicas o la salud- están desigualmente distribuidas. Sino que también lo están las capacidades no materiales, como la posesión de vínculos significativos, el sentirse respetado en dignidad y derechos y la posesión de un proyecto de vida.
En el ámbito de los vínculos, por ejemplo, vemos que la declaración de soledad aumenta en la medida que disminuye el nivel socioeconómico. Mientras un 14% de las personas pertenecientes al grupo ABC1 se declara muy de acuerdo o de acuerdo con la afirmación ‘frecuentemente me siento solo’, esta cifra aumenta a un 42% en el grupo socioeconómico E. Esto revela que las personas de grupos vulnerables tienen menos posibilidades de desarrollar vínculos cercanos. Entornos inseguros y escasez de tiempo por largas jornadas laborales así como extensos tiempos de traslados, aparecen como factores asociados a esta carencia en el desarrollo de vínculos.
La desigualdad alcanza también el terreno del reconocimiento y la dignidad. Uno de los hallazgos claves del informe 2012 es que la percepción de sentirse poco respetado en dignidad y derechos es masiva (59% a nivel nacional), y además transversal a los distintos grupos socioeconómicos. Lo mismo ocurre con la declaración de haber vivido alguna experiencia de maltrato en el último año, que aunque en menor medida que la percepción de falta de respeto, también está presente en los distintos grupos del país. Pero ahí donde parece no haber una desigualdad marcada, se esconde otra. La percepción de que se puede tener éxito al reclamar ante la vivencia de una situación de maltrato, sí está muy desigualmente distribuída (ver gráfico 1).
Gráfico 1
Fuente: Encuesta PNUD, 2011.
Por último, la desigualdad se extiende también hacia la posibilidad de proyectar una imagen personal hacia el fututo. Mientras el 86,8% del grupo ABC1 declara tener un proyecto de vida definido, solo el 51,8% declara lo mismo. De hecho, los estudios cualitativos muestran que para las personas de sectores vulnerables es mucho más complejo elaborar la propia biografía a partir del concepto de ‘proyecto de vida’. Cuando la principal preocupación cotidiana es lograr lo mínimo para subsistir, es comprensible que se desarrolle un cierto grado de presentismo.
En síntesis, hoy la desigualdad no es solo material. Las personas de menores ingresos también se sienten más solas, sienten que tienen menos herramientas para defenderse frente al maltrato, y además tienen mayores dificultades para generar una imagen personal de futuro. Esto significa que la desigualdad material tiene consecuencias en el plano subjetivo y relacional. Situar el bienestar subjetivo como fin del desarrollo implica asumir el desafío de atacar esta desigualdad. Las políticas públicas pueden hacerlo. La clave está en la construcción de capacidades: en desarrollar políticas de respeto que permitan el encuentro con el otro distinto, en desarrollar políticas de tiempo y seguridad pública que fomenten el desarrollo de vínculos y en pensar el ciclo de políticas desde los proyectos de vida de los individuos. Solo así es posible estar a la altura de las nuevas demandas subjetivas de la población: dignidad, respeto y apoyo a los proyectos biográficos.
Los especuladores serían la razón de que no baje el precio del petróleo
La economía mundial está en crisis, la eurozona camina hacia la recesión y China e India están desacelerándose. En medio de este panorama, una cosa no cambia: el alza del precio del petróleo.
El viernes pasado se disparó a US$113 por barril, este martes el precio del Brent se situaba en US$116. Hace unos cinco meses los valores estaban en torno a los US$80.
En la teoría clásica, el precio sube cuando la inestabilidad política o una disminución de las reservas pone en peligro el suministro (problemas de oferta) y baja cuando hay una caída de la economía mundial (menor demanda). Pero ninguno de estos factores está presente hoy
Según indicó a BBC mundo el fundador de Fair Fuel UK, una organización no gubernamental opuesta al aumento del precio de la gasolina en el Reino Unido, ninguno de estos factores está presente hoy.
«Las reservas son las mismas y la economía está desacelerándose. La única razón que justifica este aumento es la actividad de especuladores del sector financiero», señaló Peter Carrol, fundador de la ONG Fair Fuel.
Según el congreso estadounidense un 30% del precio del petróleo se debe a la especulación de los Fondos de Inversión, HedgeFunds y grandes bancos. Goldman Sachs calcula que el impacto es mayor (un 40% del precio) mientras que la Reserva Federal de St Louis se inclina por un valor menor, pero igualmente significativo: un 15%.
Pasado, presente y futuros del petróleo
En el siglo XVIII de Adam Smith la economía parecía comprensible. Según el escocés, había un precio natural de cualquier producto que se podía calcular sumando el costo básico de su producción y distribución (salarios, materiales, transporte, etc.). Cualquier suma por encima del precio natural, era ganancia.
Adam Smith, que aconsejaba regular el sistema financiero, se hubiera desmayado al ver la estructura del mercado petrolero del siglo XXI.
La compraventa sigue siendo el pilar del mercado. Pero el precio está cada vez más determinado por el mercado a futuro.
En el mercado a futuro se compra o vende un producto a un precio fijo en una fecha futura: el petróleo que se extraerá, el maíz que no ha sido aún cosechado.
Este mercado le permite al productor planificar su estrategia económica en base a un precio garantizado mientras que el intermediario puede conseguir una ganancia si el valor termina siendo mayor al que abonaron.
Esta loable idea se convirtió en un casino de la mano de un instrumento financiero todopoderoso: los derivados.
A diferencia de la adquisición de un producto (barril de petróleo, por ejemplo), el valor del derivado se basa en el precio. El inversor no tiene que comprar el barril. Le basta con adquirir el contrato a futuro y especular con su valor.
Masivas adquisiciones que apuestan a un incremento del precio generan una actitud defensiva de los productores que prefieren esperar para comercializar su producto. Esta retención afecta la oferta y, consiguientemente, el precio.
Entre 2004 y 2008 el precio pasó de US$31 el barril a US$137. En ese período el mundo financiero –fondos de alto riesgo, inversores institucionales, grandes bancos de inversión– pasó de invertir US$13.000 millones en el mercado de productos primarios a US$300.000 millones.
En abril de 2008 se llegó a pronosticar que el precio del barril superaría los US$200 el barril. El estallido financiero puso fin a la burbuja. Pero la caída del precio petrolero no duró mucho. Por su lugar crucial en la economía moderna, es territorio fértil de especuladores.
Impacto económico
El mercado a futuros no es una invención moderna (en su forma moderna tiene antecedentes en el siglo XIX), pero el creciente poder del sector financiero en la economía mundial ha disparado su importancia.
Según el investigador Les Leopold, de Alternet, página web alternativa sobre temas económicos, en el pasado la ecuación del mercado de futuros era de un 70% de participantes (productores y consumidores reales) y un 30% de especuladores. «Hoy la tendencia se ha invertido: el 70% está apostando», señala Leopold.
El imán financiero es tan poderoso que en algunos casos abarca a los mismos participantes. En 2008 la Commodity Future Trading Commision de Estados Unidos halló que el conglomerado suizo Vitol, tradicional comerciante energético vinculado al mundo empresarial, tenía un 11% de todos los contratos de petróleo a futuro, base más que suficiente para gravitar en el precio.
Los que buscan un cambio en el mercado petrolero proponen un impuesto a las transacciones financieras de los commodities para desalentar la especulación.
Más allá de la eficacia de esta medida, el problema es que precisa de una voluntad política que, por el momento, no existe.
El equipo económico de Barack Obama está dominado por figuras con fuertes vínculos con el sector financiero que han aguado toda regulación del sector. El presidente estadounidense ha dejado en claro que se opone a un impuesto a las transacciones financieras.
El sector financiero y la industria petrolera gastan miles de millones de dólares en sus campañas de cabildeo: su influencia se extiende del mundo político al mediático.
El único contrapeso a este poder es el impacto económico-social que puede tener una eterna subida del precio.
Según Eduardo Plastino, analista senior de Oxford Analytica, una empresa consultora en Reino Unido, este impacto es lo que menos necesitan economías clave del planeta como Estados Unidos y la Unión Europea.
«El precio del petróleo tiene un impacto inflacionario por su presencia en toda la cadena productiva y un impacto en el consumo. Si no hay subsidio estatal, que constituye un gasto fiscal adicional, el consumidor quedará con menos dinero disponible para estimular con sus compras la actividad económica», señaló Plastino a BBC Mundo.
En una economía mundial que sigue coqueteando con el precipicio con la misma ligera ropa que usaba en 2008, este continuo aumento puede ser la gota que desborda el vaso.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/09/120906_economia_petroleo_precio_especulacion.shtml
¿Nacemos para ser justos?
Parece un juego de una feria de diversiones: una niña y un títere están jugando a pescar unos cubos miniatura llenos de moneditas. No obstante, se trata de un experimento psicológico.
Su meta es medir un concepto humano muy complejo: la justicia.
El juego es así: el títere (con la ayuda de un titiritero adulto) y el participante de tres años de edad acumulan los pequeños cubos. Luego, el equipo niña/títere recibe premios, uno por cada moneda que recolectaron.
Es entonces cuando el niño debe decidir cómo compartir su premio con su socio, el títere.
Este simple juego reveló que, a la edad de tres años, los niños escogen premiar a sus pares de acuerdo al mérito.
Los niños le dieron a los títeres más premios si se habían «esforzado más» en recolectar monedas.
Los resultados asombraron a Patricia Kanngiesser de la Universidad de Bristol, Inglaterra, la directora del estudio, que fue publicado la semana pasada en la revista PLoS One.
«Nos sorprendió encontrar esta conducta tan sofisticada presente en chicos de tres años de edad. Estudios previos indicaban que los niños no empiezan realmente a compartir según el mérito hasta que tienen seis años o más», dijo Kanngiesser.
Usar títeres hizo posible que los investigadores pudieran llevar a cabo un experimento controlado pero en el que en todo caso se revelara precisamente cómo los niños se comportarían con sus coetáneos en la vida real.
Justicia innata
Si niños pequeños con muy poca experiencia social entregaron más premios a un compañero que los merecía, ¿significa que los humanos están hechos para ser justos con los demás?
Establecer si el concepto de justicia es aprendido o innato es «la cuestión más difícil de todas», para el coautor de este estudio, el profesor Felix Warneken de la Universidad de Harvard, EE.UU., quien ha estado estudiando la conducta cooperativa en niños y chimpancés durante casi una década.
«Lo único que podemos hacer es descartar posibilidades con nuestros experimentos», explica. «Podemos descartar que requiere de educación formal o un razonamiento sofisticado sobre incentivos».
«(La justicia) es algo que emerge en las más tempranas actividades de los niños con sus pares», señala su colega, Kanngiesser, y asegura que «hay una predisposición natural en los humanos» a tratar a los otros justamente.
«Parece ser intuitivo», dice la experta. «Hay gente que ha observado que incluso a los 18 meses de edad, los niños tienen expectativas respecto a cómo se deben compartir las cosas de una manera justa».
Y hay razones lógicas y humanas para que exista una tendencia hacia la equidad, dado que es indispensable para mantener relaciones estables, señala la especialista en conducta social en primates Susanne Shultz, de la Universidad de Manchester, Inglaterra.
Este estudio y otros similares, señala, demuestran que «la cooperación y justicia son aspectos fundamentales de la conducta humana. Pero éste además replantea a la inteligencia social en términos de cooperación más que de decepción».
La decepción
El engaño ha jugado un papel muy importante en los estudios científicos sobre justicia.
Mientras que este experimento le pedía a los niños que compartieran sus premios con un compañero tras completar una tarea juntos, muchos estudios se enfocan en si los humanos y otros primates engañan o castigan a quienes les ha tratado injustamente.
Un ejemplo clásico es el juego del ultimátum.
Un participante tiene que hacer una oferta para compartir algo de valor -como dinero- con el otro.
Su compañero tiene la oportunidad de aceptarla o rechazarla. Es entonces cuando llega el castigo.
Si la oferta es rechazada porque parece injusta, nadie recibe nada.
«Este nuevo estudio es un cambio bienvenido pues no examina a la inteligencia social desde una perspectiva puramente maquiavélica», opina Shultz.
¿Cuán distintos somos de nuestros primos primates?
Muchos científicos pensaban que los chimpancés comparten basándose en el mérito. Pero un estudio publicado en la revista Science en 2007 muestra que los chimpancés aceptan cualquier premio, sin importar si es justo o no.
Mientras que los niños parecen dispuestos a compartir con nuevos amigos, los otros primates parecen limitar su altruismo a la familia y amigos.
No obstante, un reciente estudio publicado en PNAS reveló que los capuchinos y los callithrix están entre los primates más generosos, a menudo ofreciéndole comida incluso a miembros de otros grupos.
Lo que sí parece diferenciar a los humanos de los primates es la capacidad de ser rencorosos. Un estudio publicado en PNAS en 2007 encontró que los chimpancés, a diferencia de los humanos, no se vengan de quienes los han herido.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/09/120831_humanos_justos_experimento.shtml
33° Capítulo de ECONONUESTRAS 3-sep-2012
Autogestión y Estatismo en Cuba, en el artículo: «Tiempo difícil para el socialismo. El ejemplo cubano»
Un artículo, Visiones sobre el socialismo que guían los cambios actuales en Cuba, de Camila Piñeiro Harnecker, profesora del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC), explica la pugna de tres “maneras diferentes de entender el socialismo” para “salvar el proyecto socialista cubano”. Una, que llama economicista, es capitalista.
La síntesis de la autora para presentar la propuesta estatista es: Perfeccionemos el socialismo de Estado. Y para la autogestionaria: Solo un socialismo democrático es verdadero y sustentable. Ambas posturas corresponden a discusiones históricas en la izquierda.
Lo no esperado después de las luchas y los ideales del pueblo, de Fidel y el Che es la corriente capitalista de los economicista al interior de la institucionalidad cubana.
Para estos políticos el objetivo principal del socialismo es crear más riqueza material y para lograrla son imprescindibles la privatización y mercantilización. La forma más efectiva es el modelo de gestión privada capitalista y la coordinación que hace el mercado.
Escribe Piñeiro: “Esta posición resta importancia a las preocupaciones de que la privatización y mercantilización resultarán en aumentos en la desigualdad, la marginación de grupos sociales, la explotación de los trabajadores asalariados, y el deterioro del medio ambiente. Tales inquietudes sociales, se nos dice, deben dejarse para más adelante, y no interferir en el avance de los cambios. Las consecuencias colaterales de las reformas son naturales, y se pueden tomar algunas medidas para reducirlas, arguyen los economicistas. Además, hacen un llamado a aceptar el hecho de que habrá «ganadores» y «perdedores» en función de sus capacidades de lidiar con las nuevas reglas del mercado”.
Esta posición está presente entre los economistas, tecnócratas y directivos estatales y también en muchos cubanos que piensan que los objetivos sociales son irreconciliables con la eficiencia y la sostenibilidad económica.
La deriva a la privatización incluye también en menor medida a los estatistas en el gobierno con su política a favor del sector cuentapropista. Sobre esta dice el artículo: “Al rechazar el argumento marxista central de que el trabajo asalariado es una relación donde hay explotación, evitan llamar como lo que son a los cuentapropistas que contratan mano de obra: empresas privadas, porque ello les permite ignorar también los efectos sociales de este tipo de empresas. No teniendo en cuenta que las fallas de mercado no se deben a la falta de competencia, sino que son inherentes incluso a los mercados competitivos, esperan que una mayor competencia y una menor regulación solucionen el comportamiento cortoplacista, cuasi-cartel y antisocial que muchos cuentapropistas ya manifiestan”.
Posiblemente el punto más sensible de las críticas internas al régimen son ‘las deficiencias actuales de la economía’ para satisfacer las ‘necesidades crecientes’. Sin duda hay problemas en la Isla, pero no sería consecuente con la revolución medirlos con los estándares occidentales sobre “eficiencia” y “necesidades”.
Cuba fue uno de los primeros en advertir el colapso del sistema capitalista por su depredación de los recursos naturales y la necesidad de poner fin a su modo de producción y consumo. Por tanto debía asumir las exigencias de una civilización nueva, decrecida y sostenible en los conceptos de ‘eficiencia’ y ‘necesidades’. Debió plantearse esa realidad claramente al pueblo.
La lucha está abierta, el trabajo de Piñeiro es parte de ella. Ya hace un tiempo Raúl dijo que tenía confianza en que los pobres defenderán la revolución frente al enemigo interno, el único capaz de destruir el proceso.
El texto de Camila Piñeiro da luz para discutir sobre el trabajo de los socialistas fuera de Cuba.
Si después de medio siglo la muy buena educación cubana ha tenido dificultades para enraizar al hombre y la mujer nuevos mucho más difícil es para otros pueblos caminar en la política del socialismo ecológico para la humanidad amenazada de desaparecer.
La alternativa a analizar es buscar llegar al gobierno y bajo estas condiciones realizar un capitalismo socialdemócrata, antiimperialista, menos injusto, insostenible y depredador. O difundir y defender desde hoy un proyecto de nueva civilización socialista de consumo racional y solidario para resguardar la naturaleza y el futuro.
La tarea de los socialistas no es hacer capitalismo por otros, los empresarios tienen gente para eso. La conducta necesaria y consecuente es aceptar que se está en un tiempo de espera activa.
Por Rómulo Pardo Silva
malpublicados.blogspot.com
http://www.elciudadano.cl/2012/09/03/56746/tiempo-dificil-para-el-socialismo-el-ejemplo-cubano/
El Ciudadano: «Chile vende litio a precio de choc man»
El próximo 24 de septiembre se sabrá los nombres de las transnacionales a los que el gobierno les concesionaria la explotación del Litio a cambio de un 7% de royalty. El mineral ha subido su cotización en los últimos años en los mercados mundiales debido a que se usará en las baterías de los autos que reemplazarán la combustión del petróleo. Chile junto a Argentina y Bolivia poseen el 83% de las reservas mundiales de Litio y la sociedad civil exige su nacionalización.
Las baterías de los autos del futuro lo requieren. Tal como funcionan hoy los celulares, computadores, cámaras digitales, IPods y todos los productos tecnológicos recargables, desde hace algunos años el futuro de la industria del automóvil tiene sus horizontes puestos en el metal más liviano de la tabla periódica de los elementos: El Litio (Li), mineral que posee alta capacidad de conducción de calor y eléctrica, pero por sobre todo de almacenaje de energía.
Desde que en 1800, Alessandro Volta presenta ante la Royal London Society la primera pila eléctrica, diversos minerales o aleaciones se han ido cargando y descargando en la historia de las baterías. El invento de Volta era una serie de discos de cinc y cobre separados por cartón e impregnados de salmuera en un tubo de 3 cm de diámetro. La idea es que el líquido sea un conductor de iones que generan energía cambiando las polaridades de los metales que contiene.
El inventó estimuló que se probaran cuanto líquido, metal o mineral sirvieran de conductores. Tuvieron su época pilas a base de ácido nítrico, de carbón, hidrógeno, cloruro amónico, óxido de silicio, mercurio o de mezclas entre cinc y el dióxido de manganeso: las famosas alcalinas. Todas serían destronadas por el níquel de cadmio (Ni-Cd), que en las últimas décadas dominó el mercado hasta que en 1985, Akira Yoshino ideó una batería a base de iones de litio. Ganó por paliza al acumular mucha mayor carga, pesar menos y descargarse poco. Una celda de una pila de Litio está cargada con 3,7 voltios, lo mismo que tres baterías Ni-Cd.
El Litio desde el siglo XIX integra el arsenal de medicamento para la depresión. También se utiliza en la industria del vidrio y la cerámica, por sus capacidades de reducir la temperatura de fusión de los materiales, lo que ahorra energía.
La actual demanda mundial del mineral es de 140 mil toneladas, lo que es avaluado en U$800 millones. Desde el 2009 su precio se disparó y se estima en que aumenta en un 8% cada año. Hoy se cotiza la tonelada del mineral en 6 mil dólares.
Los pocos países del mundo que tienen Litio lo cuidan como hueso de santo. La “Arabia Saudita del Litio” se le ha llamado al triángulo entre el norte de Argentina y Chile y el sur de Bolivia. Allí están el 83% de las reservas mundiales de Litio. El Salar de Atacama tendría 26,5 millones de toneladas, seguido por el Salar de Uyuni, con 29,1 millones de toneladas.
Pese al promisorio panorama, el gobierno de Sebastián Piñera está pronto a rematar al mejor postor la explotación de las reservas de Litio chilenas. El negocio sería sacarlo, trasladarlo al puerto más cercano y allí embarcarlo como materia prima; de vuelta compraríamos el mineral envasado en autos, teléfonos o computadoras.
De estimular un Alessandro Volta o un Akira Yoshino se encargarán otros países. Chile se queda con nuestro modelo de desarrollo que en el caso de otros minerales, permite que el cobre sea explotado en un 70% por transnacionales mineras, las que a lo más se esfuerzan en fabricar cátodos del metal rojo.
La explotación sería a través de Contratos Especiales de Operación de Litio (CEOL), que permitirán explotar 100 mil toneladas en 20 años a las empresas que se les entrega el negocio. El argumento dado por el ministro de Economía, Pablo Longueira, es que el país no posee ni los expertos ni la tecnología para darle valor agregado a su explotación.
Por estos días el subsecretario de Minería, Pablo Wagner, anda de gira por Estados Unidos, Canadá y Australia ‘buscando inversionistas’ que concursen en los CEOL. El próximo 24 de septiembre el gobierno presentará oficialmente a las empresas que se adjudicarán su explotación, por las que el Ejecutivo espera recaudar unos 350 millones de dólares.
EL YERNO DE PINOCHET
Hoy Chile satisface el 41% de la demanda de Litio mundial y se calcula que su explotación alcanza para 1.500 años más. Se calcula que Chile tiene una reserva de 7 millones 500 mil toneladas del mineral, las que tienen un costo de extracción menor al de otros países. Los costos calculados en el Salar de Atacama fluctúan entre los US$0,4 y los U$ 0,5 por libra.
Pese a que el Decreto 2.886 de 1979 declaró el mineral como reserva del Estado por su interés estratégico, debido a sus aplicaciones en centrales de fusión y ojivas nucleares, se permitió su explotación a quienes tenían concesiones anteriores al decreto.
Esto permitió que su producción este monopolizada por la Sociedad Química de Chile (Soquimich), la que produce el 24% del litio del mundo; y la alemana Chemetall, que explota el 16%.
A través de CORFO, que figura nominalmente como propietaria de los yacimientos, se entregó en 1984 la concesión para la explotación del mineral a la Sociedad Chilena del Litio por 200 mil toneladas en un plazo de 30 años, plazo que fue prorrogado en 1993. La compañía fue comprada en 1998 por Chemetall y los datos del 2008 que reporta la compañía muestran que de las ventas de magnesio y cloruro extrajo en 2008 un 13% de Litio. Por ello pagó 1,4 millones de dólares en concepto de ‘alquiler’ a CORFO.
Soquimich, que tiene una concesión por 180.100 toneladas, es el reinado de Julio Ponce Lerou, quien fuera yerno de Pinochet antes de separarse de Verónica Pinochet Hiriart. Su carrera bajo la dictadura partió en 1978 como presidente de Celulosa Constitución (CELCO), cuando aún estaba en manos del Estado. Un año después tras la privatización de CELCO, Ponce Lerou fue designado gerente de la Compañía de Teléfonos (CTC) y la Industria Azucarera Nacional (IANSA). En 1980 es nominado como presidente de Soquimich y en abril de 1983 llega a ser gerente general de CORFO, cargo del que se ve obligado a renunciar tras un escándalo por el rápido aumento de su fortuna personal.
Cuando Soquimich se privatiza, Ponce Lerou queda como dueño. Sólo por ser parte del directorio de Soquimich, Julio Ponce Lerou recibió en 2008 un sueldo de $480.651.826, según una investigación de la periodista María Olivia Mönckeberg.
El subgerente de Soquimich es Patricio de Solminihac, hermano del ministro de Minería, Hernán, quien tuvo que inhibirse de participar en el proceso de las CEOL. Sebastián Piñera también tuvo parte de sus acciones en la empresa antes de ser presidente. Pese al conflicto de interés, el ministro sostuvo antes de inhabilitarse que “estamos a favor de un amplio consenso que posibilite un cambio en la regulación del litio y que permita a Chile mantener y fortalecer su liderazgo”.
Otra empresa menor es la estadounidense Simbalik, que tiene concesiones en el Salar de Maricunga que comparte con Codelco. Simbalik puede explotar 50 mil toneladas.
Entre los años 2003 y 2009 las exportaciones de Litio crecieron a una tasa de un 13% anual. En 2011 las ganancias de las productoras locales de Litio llegaron a los US$204 millones.
BAY PASS AL CONGRESO
La licitación del mineral es a través de un Decreto Supremo del Código de Minería, lo que a juicio del economista del Comité de Defensa del Cobre, Julián Alcayaga, viola la Ley Orgánica Constitucional.
El gobierno calcula entre US$250 y US$500 millones el costo de iniciar proyectos de explotación del mineral y el subsecretario Wagner espera que las empresas seleccionadas inviertan entre 300 y 500 millones por cada concesión. En la licitación también participará Codelco, según anunció su presidente ejecutivo.
El Estado recibiría un royalty de un 7% de las ventas anuales. O sea, si aplicamos la cifra del año pasado de US$204 millones generados por la industria del Litio, el país se quedaría con U$14,28 millones.
El senador Mariano Ruiz-Esquide compara la situación con el cobre: “Luego de su privatización Chile ha perdido 80 mil millones de dólares con los ingresos del cobre. El Litio es chileno como lo debió ser el cobre. Codelco, empresa estratégica del Estado, en ocho años de producción ha entregado 68 mil millones de dólares para el país”.
En Argentina la explotación del Litio tiene un impuesto a la renta de un 35% y un royalty que alcanza el 7%; en Australia, donde los minerales son del Estado, es de un 30 y 5% respectivamente; en Bolivia de un 25 y 12,5%; en Canadá de un 16,5 y entre 10 y 16%; y en Estados Unidos el impuesto fluctúa entre un 15 y un 35%. De aprobarse la reforma tributaria de Piñera, Chile pasaría de gravar la renta de un 17 a un 19%,
DÁNDOLE VALOR AGREGADO
A diferencia de Chile, Argentina y Bolivia optaron por tener un control de la explotación del Litio en un contexto en el que se estiman alrededor de 90 proyectos de explotación del Litio alrededor del mundo. Compañías como Mitsubishi, Sumitomo, Samsung o Bolloré están con los dientes afilados para tener sus propias plantas productoras.
El gobierno de Evo Morales ha invertido 6 millones de dólares en el Salar de Uyuni en una planta piloto para tratar el mineral y apuesta a que su explotación sea estatal. Como no tienen la experticia ni los recursos tecnológicos, proponen a empresas, como Mitsubishi y Sumitomo, y a los gobiernos de Corea del Sur, Rusia, China y Brasil, acuerdos cuidando el interés nacional
Argentina declaró al Litio que posee en los salares de Catamarca, Salta y Jujuy, un mineral estratégico para el desarrollo. En función de ello creó una Unidad de Gestión Ambiental y a través del Ministerio de Industria impulsa la producción local de baterías de litio y para más adelante poder fabricar automóviles sustentables con energía eléctrica.
Rodolfo Tecchi, director de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia del país trasandino, incluso propone que los tres países creen una instancia parecida a la Organización de Países Productores de Petróleo (Opep) para controlar la producción del mineral.
Pese al promisorio panorama la investigación sobre el Litio en Chile es inferior al 1% de los fondos de desarrollo tecnológicos en Chile, según reconoce el director de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), Mateo Budinich: De las 1.100 postulaciones a fondos concursables el 2011, sólo 2 proyectos estaban vinculados al Li.
QUÉ HACER CON EL RECURSO
Se estima que unos 50 modelos de autos eléctricos saldrán a las calles en los próximos años y que para el año 2015 serán 1.700.000 los carros de este tipo que andarán circulando. China promete ser el mayor mercado mundial de este tipo de vehículos y la industria automotriz está en carrera para ampliar el rango de las baterías hechas del mineral, las que necesitan de 15 kilos de carbonato de Litio para su fabricación.
La sociedad chilena conciente de los recursos que el país perdería ha generado campañas a través de Internet y realizado marchas exigiendo la nacionalización del Litio y de los recursos mineros. La que más ha prendido es la campaña “Chile se pone las pilas”, la que además de acusar el secretismo del gobierno de Piñera, critica a los presidentes de la Concertación por no haber hecho nada para desarrollar la industria del preciado mineral.
La Federación de Sindicatos de Supervisores y Profesionales de Codelco (FESUC), que agrupa a 2.000 profesionales de Codelco, llamó a “hacer todos los esfuerzos posibles para impedir que el litio se explote por empresas privadas, sean chilenas o extranjeras”. Por su parte, el presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), Cristian Cuevas, propone la creación de “una instancia a través de Codelco para desarrollar la exploración y explotación del litio (…) lo que solamente va a ser posible si hay una presión social, una presión de los trabajadores”.
En una sesión del Parlamento, Jaime Salas, Director Ejecutivo de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), contó que en Chile “se han desarrollado proyectos de diseño y fabricación de baterías de litio, materiales avanzados para uso de reactores de fusión, separación isotópica de litio vía láser y liberación de tritio”.
Salas agregó que ha habido proyectos auspiciados por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF), para elaborar derivados del litio para su aplicación en baterías, en procesos en minería no metálica y la aplicación del mineral para mejorar las propiedades del cemento y el hormigón. A su juicio “desde un punto de vista estratégico los esfuerzos deberían enfocarse en la creación de una institucionalidad relativa al mineral que permitiera la expansión de una industria nacional a su respecto”.
Mientras el litio sube su valor, la economía del petróleo va en declive. Se estima que en 50 años se acabarán las reservas de crudo. Un gran problema considerando que el combustible fósil constituye la fuente energética del 100% del transporte, ítem que se come el 25% de la energía del mundo. Es decir, todo indica que el Litio es el nuevo ‘oro blanco’.
http://www.elciudadano.cl/2012/09/02/56688/chile-vende-litio-a-precio-de-choc-man/