Archivos Mensuales: diciembre 2013
Minidocumentales «La Libertad según l@s Zapatistas»
Estos dos mini documentales corresponden al material audiovisual que le fue entregado a todes les estudiantes de la Escuelita Zapatista realizada por primera vez en agosto de 2013, aprovechando la conmemoración de los 10 años de Los Caracoles y Las Juntas de Buen Gobierno.
Y ahora, aprovechando el 20° aniversario del alzamiento armado contra el estado mexicano el 1° de enero de 1994, compartimos este material para su difusión.
La salud que hace bien: 10 años del Centro de Salud Autogestionado Mapuche «Boroa Filulawen»
por Andrés Cuyul Soto, Comunidad de Historia Mapuche. Publicado en elciudadano.cl
Este mes de diciembre de 2013 ocurrió un hecho histórico en el territorio mapuche de Boroa, algo que a los ojos de la prensa local y chilena no ha tenido tribuna. Por supuesto, no se trata de hechos de violencia en comunidades mapuche, tampoco se refiere a una “toma” de fundo para recuperación territorial que es tan oportunamente cubierto por la prensa dominante. Se trata de la conmemoración de los 10 años de vida del Centro de Salud Boroa Filulawen , iniciativa de salud autogestionada por una organización mapuche conformada especialmente para resolver en el mismo territorio la atención de salud biomédica a la cual hace 10 años no accedían en tiempo y forma las familias del territorio de Boroa y que hoy se expresa en una iniciativa de autogobierno de la atención de salud que además incluye la promoción, fortalecimiento y atención de salud desde el denominado sistema médico mapuche.
Como parte de la conmemoración, el día 17 de diciembre se realizó un conversatorio que tuvo por objetivo el análisis del devenir de “Boroa Filulawen” en tanto experiencia en salud junto a personas que han colaborado de distintas formas al desarrollo del centro de salud, así como analizar las proyecciones del mismo en el escenario actual, en la relación con la política de salud chilena, y las dificultades que junto a otras experiencias de salud como el Centro de Medicina Mapuche del Hospital de Nueva Imperial o el Hospital Makewe, han debido sortear en el camino del autogobierno en salud. Es por ello que ese día -dedicado a recordar y analizar- estuvieron presentes representantes de organizaciones mapuche que gestionan iniciativas de salud en sus territorios, representantes de otras organizaciones mapuche vinculadas al proceso, profesionales independientes que hemos apoyado esta iniciativa desde sus inicios; así como funcionarios a cargo de salud de los pueblos indígenas del Ministerio de Salud y la SEREMI de Salud de la Araucanía.
La experiencias de salud autogestionadas como Boroa Filulawen refieren a instituciones recientemente problematizadas por las organizaciones indígenas que, junto con una fuerte demanda de atención de salud convencional-oficial, conceptualiza formas propias de respuesta social organizada a problemas de salud a partir de la cual implementan acciones planificadas destinadas a la promoción, prevención, atención y rehabilitación de la salud de sus habitantes, por medio de la implementación de programas de salud propios, emanados de la política de salud oficial o bien complementados con éste. Esto implica un proceso de fortalecimiento cultural y político en torno a la manera en cómo se conceptualiza y aborda la salud, la cual a su vez define las modalidades y prácticas en que esa organización configura una respuesta al complejo salud/enfermedad/ atención. Por tanto, el modelo es situacional y específico en cada territorio.
En el encuentro convocado desde las tierras de Kallfukura se analizaron entre otras cuestiones, las dificultades que desde la legislación chilena condicionan el desarrollo de estas iniciativas, principalmente en su financiamiento, pero también desde la práctica de la política de salud chilena, campo de poder en salud donde las organizaciones mapuche que gestionan centros de salud no participan, ni siquiera en términos “consultivos”. En cuanto a las dificultades financieras es patente el hecho que a más de una década de funcionamiento de estas “experiencias”, y existiendo una denominada “Política de Salud y Pueblos Indígenas”, aún no se establece un mecanismo que garantice en clave de derechos precisamente el derecho a la salud y a la autodeterminación en salud de la población mapuche de distintos territorios consagrados en la legislación nacional y derecho internacional. Por el contrario, estas iniciativas mapuche están condicionadas a firmar convenios anuales en base a un “Decreto con Fuerza de Ley” (DFL) N°36 del año 1980, norma establecida en la última dictadura cívico militar que promueve la privatización de las “prestaciones de salud” mediante la “tercerización de servicios”.
Al acercarse los 15 años del desarrollo de la primera iniciativa en este tipo como lo es el Hospital Makewe esta situación de precarización se mantiene y por tanto se exigen cambios frente a esa inercia, en un escenario en donde la legislación y política de salud debe adecuarse a los derechos consagrados en el Convenio 169 de la OIT que en su artículo 25 señala entre otros que “los gobiernos deberán velar por que se pongan a disposición de los pueblos interesados servicios de salud adecuados o proporcionar a dichos pueblos los medios que les permitan organizar y prestar tales servicios bajo su propia responsabilidad y control, a fin de que puedan gozar del máximo nivel posible de salud física y mental”, estándar que sin duda, el mentado “DFL 36” no garantiza; tampoco lo hace la reciente ley de “Derechos y deberes de los pacientes”, normativa también inconsulta.
Pero junto con relevar estos temas alrededor del fogón de la ruka de Filulawen, también sucedió algo muy particular. Desde Aluminé, provincia de Neuquén en Puelmapu (Argentina) arribaron al encuentro de Boroa una delegación mapuche de las comunidades Ñiguehual y Ruka Choroy, hombres y mujeres que están trabajando en el desarrollo de un Centro de Salud para sus comunidades ubicadas en la cuenca de Ruka Choroy, en pleno lado oriental de la cordillera de los andes. Ambas comunidades vienen hace unos cinco años trabajando colaborativamente con el equipo de salud rural del Hospital de Aluminé para garantizar atención de salud oficial y prácticas de prevención de la salud oportunas en ambas comunidades mapuche pewenche analizando la situación de salud de las comunidades en conjunto mediante un Comité de Salud, así como problematizando y gestionando la creación del Centro de Salud que ya está siendo construido en territorio comunitario a cargo del gobierno provincial; Ragiñ küyen tiene por nombre. La delegación puelche (mapuche del lado oriental de la Cordillera) viene a “sacar ideas” sobre cómo ir perfilando un modelo de salud propio en co-labor con el equipo de salud del Hospital de Aluminé, distante a unos 25km de las comunidades; es por ello que además visitaron el Centro de Salud Mapuche del Hospital de Nueva Imperial y también el Hospital Makewe, este último la primera iniciativa en su tipo en el país.
Debo decir que, en general, no es común encontrar equipos de salud que trabajen colaborativamente con comunidades indígenas, sobretodo desarrollando iniciativas en salud que además de respetar la cultura local, permitan la incidencia directa en acciones de salud por parte de las comunidades, por medio de sus propias formas de organización. En Aluminé está pasando algo de eso; de hecho cuando conocí a la comunidad y el equipo, éstos estaban desarrollando un proceso de consulta para que las comunidades definan quien sería el chofer de la ambulancia que trabajaría en ambas comunidades, lo mismo pasa con la selección y formación de agentes sanitarios para ambas comunidades. Claro, Argentina ha ratificado tempranamente convenios internacionales, pero además de ello, como lo señaló Fabián Gancedo -médico argentino que acompañó a la delegación mapuche de Ruka Choroy que visitó Boroa- se trata de cumplir la ley y los tratados que deben impregnar a las acciones en salud en y con comunidades indígenas en general: “hemos aprendido que no podemos trabajar en salud desconociendo derechos, no es un regalo o buena voluntad el hecho que debamos trabajar en conjunto y en consulta con las comunidades, hay leyes que nos mandatan y el sector salud no está fuera del deber de cumplir derechos”.
Diez años de desarrollo de una experiencia inédita en la gestión en salud ha sido conmemorada en Boroa con presencia mapuche de Puelmapu, Argentina, que viene a nacionalizar el análisis de la autogestión mapuche en salud en tanto proceso colectivo de ejercicio de autodeterminación sanitaria, y con ello, la oportunidad de plantear nuevos desafíos de cara a dificultades como las de financiamiento antes señaladas y en base a la obligatoriedad de los Estados chileno y argentino en tanto garantes del cumplimiento del derecho a la salud, así como la adecuación normativa y política a estándares internacionales en la materia. Y sin duda el nacionalizar el análisis en salud desde la incipiente institucionalidad mapuche en esta materia apela a la constitución de “actores” de la política de salud, es decir, la necesidad de generar poder colectivo desde la experiencia y conocimiento en salud como condición necesaria para disputar el campo de la política de salud, drama del cual no participamos sino sólo de manera pasiva, como terceros-privados que “ejecutan” los programas de salud biomédicos inconsultos. Pero por sobretodo, la instancia de reflexión generada en Boroa Filulawen nos interpela a fortalecer la vinculación entre instituciones mapuche en salud por medio del análisis reflexivo de nuestras prácticas y devenir, que coadyuve al fortalecimiento de los ejercicios de autonomía en salud, a ambos lados de la cordillera, y de norte a sur.
Nuevos desafíos como la protección del sistema médico mapuche; la sostenibilidad del desarrollo de la institucionalidad mapuche en salud en clave de derechos y en situación de autonomía; el análisis crítico sobre la notificación de acciones de salud mapuche que FONASA exige “para financiar la salud intercultural”; problematizar los modelos de gestión y atención de salud de cara a la democratización y pluralización de la gestión, entre otros, deben tener un espacio colectivo, y para ello, lo sucedido en Boroa este 17 de diciembre de 2013 fue un buen inicio, una buena excusa para relevar en importancia la necesaria coordinación entre quienes promovemos el hacer y el pensar en salud desde una perspectiva autónoma, una salud que hace bien. El desafío es nuestro.
El mall, hijo predilecto de la democracia neoliberal
por ElDesconcierto.cl
Nacido en dictadura, el mall ha ido multiplicándose a lo largo de Chile gracias a la consolidación de la democracia, el acceso al crédito y la expansión del consumo.
Quince metros cuadrados de mall por cada cien personas. Ése es el récord latinoamericano que en el que Chile supera a países como Venezuela, México y Argentina, según un estudio de la International Council of Shopping Centers (ICSC).
Los centros comerciales en territorio nacional alcanzaron los 2,5 millones de metros cuadrados de superficie arrendable. En tanto, durante el 2011, se registraron 600 millones de visitas a los 57 malls que se extienden a lo largo del país.
Las cifras hablan por sí solas de una realidad que ubica a Chile entre los líderes del consumo latinoamericano. ¿A qué se debe esta rápida expansión?
En entrevista con CNN, el sociólogo Tomás Moulian, autor de “El consumo me consume”, señaló que “el consumo con deuda es una facilitación del consumo que han puesto en funcionamiento este tipo de sociedades de capitalismo neoliberal”. Este proceso tendría su punto de origen en la dictadura.
El primer centro comercial chileno de estas características fue el Parque Arauco, inaugurado en 1982, cuyo nombre real iba a ser “Park Kennedy”. En ese entonces, la dictadura militar liderada por Augusto Pinochet vio con buenos ojos la instalación de un moderno centro comercial que mostraba hacia el exterior una imagen de progreso y estabilidad. Sin embargo, la crisis económica de esos años terminó dejando en ridículo sus aspiraciones.
A más de 30 años, no obstante, Chile suma 150 centros comerciales y una serie de numerosos proyectos en carpeta con una oferta cada vez más diversificada. La idea, aseguran los expertos, es lograr abarcar todos los gustos y necesidades del potencial consumidor.
Abarcando necesidades insatisfechas
En opinión del sociólogo Rodrigo Salcedo, autor de “Los malls en Chile. 30 años”, dichos espacios han llegado a cubrir necesidades que el Estado y las autoridades locales no han sido capaces de cubrir. Específicamente en lo que respecta a tiempo libre, espacios y seguridad.
“Los malls han sido en Chile sumamente eficientes para proveer algo que los chilenos no tienen y que no solamente son espacios donde estar, sino además donde poder socializar, entretenerse, pasarlo bien y juntarse en un ambiente seguro, libre de peligro y de calidad. Mientras eso no tienda a cambiar el centro comercial va a seguir siendo la gran alternativa”, aseguró.
En Estados Unidos, el mall se analiza como la base de la cultura del suburbio, realidad que comienza a modificarse tras las bajas en las tasas de criminalidad de las ciudades y la llegada de alternativas en cuanto a panoramas. “Eso ha afectado negativamente a muchos malls que ven que sus clientes prefieren pasar las tardes en su ciudad”, comentó el especialista.
En su libro, Moulian caracterizó a los malls como la nueva plaza pública, un espacio para encontrarse y compartir que ya logró penetrar en todos los estratos sociales del país y abarcar una amplia demanda de intereses. “Uno va el domingo ahí y se encuentra hasta una biblioteca”, ejemplificó.
Pese a que, en los hechos, los centros comerciales son un hijo de la dictadura, su expansión y consolidación como fenómeno se relaciona íntimamente con la democracia instaurada por la Concertación.
“Yo te diría que tiene más que ver con el sistema económico que con la dictadura en sí. Hay un montón de gente que le echa la culpa al mall de cosas que no tiene la culpa, por ejemplo, la exacerbación del consumo o el endeudamiento, pero la culpa no es del centro comercial, sino que tiene que ver con un modelo económico que logró democratizar el crédito”, explicó Salcedo.
Hoy, los académicos coinciden en que los malls son sólo una expresión más del sistema económico imperante en Chile, pero no la causa del endeudamiento y el consumismo: “Tenemos un sistema económico y político centrado en estas nuevas necesidades que desplazan, efectivamente, a otras, y se deja de reflexionar sobre la sociedad, se cae en un conformismo, esas con las consecuencias aparejadas que devienen de un consumo excesivo”.
Tras la inauguración del Mall Plaza Egaña, que captó la atención de los medios por la efusividad de sus visitantes, la industria del centro comercial tiene una larga lista de proyectos para Chile: Mall Plaza Los Domínicos, Mall Plaza Copiapó, Mirador Biobío, Parque Arauco Quilicura y el mall de Castro en Chiloé, entre otros.
Para el sociólogo Rodrigo Salcedo, si bien hay una tendencia al crecimiento de los malls –y a su esperada expansión en regiones- también es posible vaticinar la llegada de centros comerciales más concentrados y pequeños en escala. Además, aseguró, las condiciones políticas y sociales podrían hablar de futuros cambios en el escenario de los malls.
“Hay una ciudadanía y un municipio más consciente. Hoy tienen que cumplir con la legislación ambiental, con demandas municipales y ciudadanas, que tienen que ver con la defensa del patrimonio, de calidad de vida y del comercio local. Además, vamos a tener una ciudad cada vez más diversa y entretenida, hay ciudades importantes que tienen grandes eventos todo el verano y la gente deja de ir a los centros comerciales. Eso va a empezar a pasar a Santiago y los centros tendrán que ponerse cada vez más interesantes en su oferta”, declaró.
http://eldesconcierto.cl/el-mall-hijo-predilecto-de-la-democracia-neoliberal/
Municipios de La Florida y Santiago desarticulan intentos de organización educativa comunitaria
por eldesconcierto.cl
En menos de una semana, organizaciones sociales, vecinos y apoderados que realizaron ocupaciones del Colegio República Dominicana, en la Florida, y el ex Liceo Metropolitano de Adultos, en Santiago, han experimentado la sordera de las autoridades locales y el rechazo absoluto a sus iniciativas.
Durante el domingo, periodistas, candidatos y diversas voces del mundo social mostraron su preocupación ante la baja participación electoral y reflexionaron sobre el desinterés de la ciudadanía por la política. Meditaciones que, para los apoderados, vecinos y diversas organizaciones sociales reunidas en torno a la Escuela República Dominica y la ocupación del ex Liceo Metropolitano de Adultos, evocan un doble discurso.
En el establecimiento ubicado en Barrio Matta Sur, el desalojo ocurrió la madrugada del sábado. Pese a que el recinto se encontraba abandonado y los vecinos habían alertado de su peligrosidad, la alcaldesa Carolina Tohá se negó a comenzar un diálogo con las organizaciones que participaron de la ocupación y ordenó a la fuerza policial realizar el desalojo.
Las organizaciones, reunidas en el movimiento “RecuperAcción Comunitaria”, se encontraban trabajando en la limpieza del ex liceo para comenzar a realizar los diversos proyectos construidos en comunidad.
“En el caso nuestro es la respuesta frente al abandono de un edificio que incluso tiene características patrimoniales y que estaba siendo prácticamente desmantelado”, explicó Marcelo Reyes, uno de los voceros de la iniciativa.
Durante esta madrugada, en tanto, una experiencia similar vivieron los apoderados y estudiantes de la Escuela República Dominicana, que se encontraba bajo control comunitario desde hace casi un año. El establecimiento, de amplia trayectoria en La Florida, fue ocupado luego de que el municipio anunciara su cierre.
Pese a la negativa de Rodolfo Carter, alcalde de la comuna, los apoderados insistieron en la realización de clases y creación de un proyecto educativo que estaba siendo discutido con los concejales. Sin embargo, en pleno proceso de diálogo, las fuerzas policiales llegaron hasta el establecimiento a terminar con el sueño de la autogestión. El saldo de la disputa dio como resultado cinco personas detenidas, entre ellas, un menor de 12 años.
Dos coaliciones, la misma respuesta
Además de compartir las mismas aspiraciones de organización y participación comunitaria, las organizaciones, apoderados y vecinos que participaron de la ocupación del colegio República Dominicana y el ex Liceo Metropolitano de Adultos tienen en común el haber recibido la misma respuesta a sus demandas, pero de parte de alcaldes apoyados por distintas alianzas políticas.
“Nos parece preocupante que dos alcaldes, de la Concertación y de la Derecha, tengan la misma actitud de desarticular estas experiencias de control comunitario sobre la educación. Esta es una respuesta de los sectores populares frente a la inoperancia y a la catástrofe de la política educativa”, declaró Reyes.
Según el vocero, el municipio de Santiago, liderado por Tohá, nunca les planteó posibilidad alguna de diálogo. Además, se les aseguró que no procedería el desalojo: “horas después nos avisan por teléfono que sí. Es complicado dialogar cuando hay una autoridad que nos tiene temor, algo que pudimos ver claramente el día de las elecciones, cuando fuimos a enfrentar a Tohá”.
Eric Silva, en tanto, es profesor del proyecto educativo del establecimiento ubicado en La Florida, y aseguró que éste incluso contaba con el apoyo de la decana de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, que escribió una carta para mostrar la voluntad de discutir la iniciativa en alguna instancia oficial.
La propuesta fue discutida sin mucho entusiasmo en un concejo municipal, donde también se revisó la iniciativa vinculada a los hermanos Coulon, del grupo Inti Illimani, que cuenta con el apoyo de la autoridad local y comenzaría a funcionar en marzo, según el jefe de gabinete de la Municipalidad.
Sin embargo, las discusiones comenzaron a acalorarse y, en medio del debate, el concejal RN Orlando Vidal, encargado de la comisión de educación, los amenazó con el desalojo.
“Teníamos lista la propuesta y de hecho la ingresamos igual hoy en la mañana, pero anoche, a pesar de que se había acordado el diálogo, la municipalidad realiza el desalojo, sin ninguna explicación”, contó Silva.
Los miembros del proyecto aseguran que el proceso pedagógico con los niños del establecimiento aún no termina y que, de hecho, cinco estudiantes rendirán sus exámenes libres por estos días.
Convencidos de la importancia de sus iniciativas para el futuro de la educación en Chile, los involucrados en ambos proyectos acusan doble estándar por parte del poder político tradicional. Especialmente cuando éstos reclaman por la falta de participación política de la sociedad chilena.
La vocera de la Asamblea de Estudiantes Secundarios (Aces), Isabel Salgado, recordó que, para las elecciones de primera vuelta, la organización estudiantil levantó un lema que rezaba “están desalojando nuestra democracia”, una crítica que recobra más sentido que nunca ante este tipo de decisiones del poder local.
“Eso está ocurriendo aquí, la única democracia que ellos ven posible es aquella que ocurre una vez cada cuatro años y ahí nos llaman a participar. Pero cuando hay participación de la comunidad, les asusta y empiezan a desarticularnos”, señaló.
Los voceros de las iniciativas aseguraron que la clase política no está acostumbrada a que la ciudadanía actúe de forma directa y empoderada, específicamente sobre espacios claves como las escuelas. La autogestión de comunidades organizadas, demandantes y propositivas parece ser una molestia para el mundo político, más allá de los colores de sus partidos.
Según Reyes, desde el 2011, “toda la clase política ha dicho que necesitan participación, eso es lo más extraño. Sobre todo esta alcaldesa –Carolina Tohá-, ella vocifera una postura progresista, de estar a favor de la participación, su campaña tuvo ese eje y pasa esto. Al final uno dice éstos son discursos de campaña, para mostrar una imagen acorde a las sensibilidades del momento, pero siempre con el cálculo electoral de por medio”.
El vocero de la escuela República Dominicana aseguró que “la demanda de gratuidad y calidad es un maniquí, un gran monstruo que están creando para a atraer hacia sí a los movimientos sociales. Lo que tenemos que hacer es replicar este tipo de iniciativas que buscan darle contenido a la demanda de calidad”.
Por ahora, ambos proyectos seguirán siendo defendidos y trabajados desde la trinchera, invirtiendo en la organización popular las nuevas y únicas esperanzas políticas: “ahora no podemos hacer clases porque Tohá nos cerró el acceso, pero se tendrán que hacer afuera, en la calle o en alguna sede cercana. Vamos a seguir, esa fue la decisión de la asamblea”, añadió Reyes.
88° Capítulo de ECONONUESTRAS 16-dic-2013
Manfred Max-Neef: “Necesitamos economistas cultos”
por Amy Goodman
“Necesitamos una economía que entienda que es subsistema de un sistema finito más grande: la biosfera, y como consecuencia la imposibilidad de tener un crecimiento económico infinito.”
La afamada periodista Amy Goodman de DemocracyNow.org entrevistó en Bonn, Alemania al reconocido economista chileno Manfred Max-Neef. Manfred Max-Neef ganó en 1983 el Right Livelihood Award, dos años después de haber publicado su libro Economía descalza, señales desde el mundo invisible. El economista comienza por explicarnos el concepto de economía descalza.
– “Bueno, es una metáfora, pero es una metáfora que se originó en una experiencia concreta. Yo trabajé alrededor de diez años de mi vida en áreas de pobreza extrema en las sierras, en la jungla, en áreas urbanas en distintas partes de Latinoamérica.
Al comienzo de este periodo estaba un día en una aldea indígena en la sierra de Perú, era un día horrible, había estado lloviendo todo el tiempo. Era una zona muy pobre y frente a mí estaba otro hombre parado en el lodo (no en el barrio pobre sino en el lodo). Y bueno, nos miramos. Era de corta estatura, delgado, con hambre, desempleado, cinco hijos, una esposa y una abuela. Yo era el refinado economista de Berkeley, que enseñaba en Berkeley, etc. Nos mirábamos cara a cara y de pronto me di cuenta de que no tenía nada coherente que decirle en esas circunstancias a este hombre, que todo mi lenguaje de economista era inútil. ¿Debería decirle que se pusiera feliz porque el producto interno bruto había subido un 5% o algo así por el estilo? Todo esto era completamente absurdo.
Entonces descubrí que no tenía un lenguaje para ese ambiente y que teníamos que inventar un idioma nuevo. Ese es el origen de la metáfora economía descalza que, en concreto, simboliza la economía que un economista debe usar cuando se atreve a meterse en los barrios bajos. El punto es que los economistas estudian y analizan la pobreza desde sus oficinas lujosas, poseen todas las estadísticas, desarrollan todos los modelos y están convencidos de que saben todo lo que hay que saber sobre la pobreza.
Pero ellos no entienden lo que es la pobreza, ese es el gran problema y es también el motivo por el cual la pobreza aún existe. Esto cambió completamente mi vida como economista: inventé un lenguaje coherente para esas condiciones de vida.
¿Qué crees que debamos cambiar?
¡Oh!, casi todo. Somos dramáticamente idiotas. Actuamos sistemáticamente en contra de las evidencias que tenemos. Sabemos exactamente qué no debemos hacer. No hay nadie que no sepa esto, especialmente los grandes políticos saben exactamente lo que no se debe hacer. Y aún así lo hacen. Después de lo que pasó en octubre del 2008, tú pensarías que van a cambiar porque se han dado cuenta de que el modelo económico no funciona, que incluso tiene un alto nivel de riesgo, dramáticamente riesgoso. Y uno se pregunta: ¿Cuál fue el resultado de la última reunión de la Comunidad Europea? Ahora son más fundamentalistas que antes. De tal modo que lo único de lo que se puede estar seguro es que ya viene la próxima crisis y que será el doble de fuerte que la actual. Pero para entonces ya no habrá suficiente dinero. Esas son las consecuencias de la sistemática estupidez humana.
Si tú estuvieras al frente de la economía ¿qué harías para evitar otra catástrofe?
Primero que nada, necesitamos de nuevo economistas cultos, que sepan historia, de dónde vienen, cómo se originaron las ideas, quién hizo qué y así sucesivamente. Lo segundo, una economía que entienda que es subsistema de un sistema finito más grande: la biosfera, y como consecuencia la imposibilidad de tener un crecimiento económico infinito. En tercer lugar, un sistema que tenga claro que no puede funcionar sin tomar en serio los ecosistemas. Pero los economistas no saben nada de ecosistemas, no saben nada de termodinámica, nada de biodiversidad, son totalmente ignorantes respecto a estos temas. Un economista debe tener claro que si los animales desaparecen, él también desaparecerá porque entonces ya no habrá qué comer. Pero él no sabe que dependemos totalmente de la naturaleza ¿te das cuenta? Sin embargo, para los economistas de hoy en día la naturaleza es un subsistema de la economía, ¡concepto que es totalmente absurdo!
Además debemos acercar el consumidor a la producción. Yo vivo bien al sur de Chile, una zona fantástica donde tenemos toda la tecnología para la elaboración de productos lácteos de máxima calidad. Hace unos meses estaba desayunando en un hotel y al tomar un paquetito de mantequilla descubrí que ésta venía de Nueva Zelanda, absurdo ¿no te parece? ¿Y por qué sucede una cosa así? Porque los economistas no saben calcular los costos reales. Traer mantequilla desde un lugar que queda a 20.000 kilómetros a un sitio donde se produce la mejor, con el pretexto de que es más barato es una estupidez monumental porque no tienen en cuenta el impacto que causan esos 20.000 km de transporte sobre la naturaleza. Por si fuera poco, es más barata porque está subsidiada.
Es un caso muy claro en el que los precios nunca dicen la verdad.
Todo tiene su truco ¿sabes? esas artimañas causan enormes daños. Si acercas el consumo a la producción, comerás mejor, tendrás mejores alimentos y sabrás de dónde vienen. Incluso podrías llegar a conocer a la persona que lo produce. Se humaniza el proceso, pero hoy en día lo que los economistas hacen está totalmente deshumanizado.
¿No crees que la misma tierra nos forzará a actuar de diferente modo? ¿Estaremos llegando al fin?
Sí claro. Ya algunos científicos lo están diciendo pero yo aún no he llegado a ese punto. Pero muchos lo creen y piensan que es definitivo, que estamos fritos, que dentro de algunas décadas no habrá más humanos. Yo no creo que hayamos llegado a ese punto, pero sí que estamos cerca y diré que ya cruzamos el primero de los tres ríos. Y observa lo que está pasando en todos lados, es alarmante cómo la cantidad de catástrofes ha ido aumentando y se manifiesta en todas las formas: tormentas, terremotos, erupciones volcánicas. El número de eventos crece dramáticamente, es sobrecogedor y nosotros seguimos en las mismas.
¿Qué has aprendido de las comunidades pobres en las que has vivido y trabajado que te de esperanza?
La solidaridad de la gente; el respeto por los otros; la ayuda mutua; nada de avaricia, un valor inexistente dentro de la pobreza y uno estaría inclinado a pensar que allí es donde más está presente, que la avaricia debería ser patrimonio de los que menos tienen. No, todo lo contrario, mientras más tienes más quieres, la crisis actual es producto de la avaricia. La avaricia es el valor dominante del mundo actual. Mientras persista, estamos acabados.
¿Cuáles serían los principios que enseñarías a los jóvenes economistas?
Los principios de la economía deben estar fundamentados en cinco postulados y un valor esencial.
- Primero: la economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía.
- Segundo: el desarrollo se refiere a las personas, no a las cosas.
- Tercero: crecimiento no es lo mismo que desarrollo y el desarrollo no necesariamente requiere de crecimiento.
- Cuarto: no puede existir una economía con un ecosistema fallando.
- Quinto: la economía es un subsistema de un sistema mayor y finito: la biosfera. Por lo tanto, el crecimiento permanente es un imposible. Y el valor fundamental para poder consolidar una nueva economía es que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima de la reverencia por la vida.
Explica lo que acabas de mencionar.
Nada puede ser más importante que la vida. Y digo vida, no seres humanos, porque para mí el punto clave es el milagro de la vida en todas sus manifestaciones. Pero si predomina el interés económico, uno no sólo se olvida de la vida y otros seres vivientes, termina también ignorando a los seres humanos. Si recorres esta lista que acabo de mencionar, uno a uno, verás que lo que tenemos ahora es exactamente lo contrario.
Volvamos al tercer punto, crecimiento y desarrollo y explícalo mejor.
Crecimiento es una acumulación cuantitativa. Desarrollo es la liberación de posibilidades creativas. Todo sistema vivo de la naturaleza crece y en cierto punto deja de crecer, tú ya no estás creciendo, ni él ni yo. Pero continuamos desarrollándonos, de otro modo no estaríamos dialogando en este momento. El desarrollo no tiene límites pero el crecimiento sí. Y este es un concepto muy importante que políticos y economistas ignoran, están obsesionados con el fetiche del crecimiento económico.
He trabajado durante décadas y en este tiempo se han hecho muchos estudios. Soy el autor de una famosa hipótesis: la hipótesis del límite, que dice que en toda sociedad hay un periodo de crecimiento económico —entendido convencionalmente o no— que trae una mejora en la calidad de vida pero sólo hasta cierto punto: el punto límite, a partir del cual, si hay más crecimiento, la calidad de vida comienza a decaer. Esta es la situación en la que nos encontramos actualmente.
Tu país es el ejemplo más dramático que puedes encontrar. En mi libro que saldrá publicado en Inglaterra, titulado La economía desenmascarada, hay un capítulo llamado “Estados Unidos, una nación en vías de subdesarrollo” la cual es una nueva categoría. Actualmente manejamos los conceptos de desarrollado, subdesarrollado y en vías desarrollo. Ahora tenemos el nuevo concepto de en vías de subdesarrollo y tu país es el mejor ejemplo, en el cual el 1% de los estadounidenses cada vez están mejor, mejor y mejor, mientras que el 99% va en decadencia en todo tipo de manifestaciones. Hay personas que viven en sus autos, ¿sabes? ahora duermen en sus autos, estacionados enfrente de la que fue su casa. Miles, millones de personas lo han perdido todo. Pero los especuladores, los que crearon todo este problema, esos están fantásticamente bien. Para ellos no hay problemas.
¿Entonces, cómo cambiarías las cosas?
Bueno, no sé cómo cambiarlas. Es decir, solas van a cambiar, pero de manera catastrófica. Para mí no sería raro que de un momento a otro millones de personas salieran a las calles de Estados Unidos a causar destrozos. No sé, pero podría suceder. No lo sé. La situación es absolutamente dramática y se supone que es el país más poderoso de la tierra. Y aún en estas condiciones, siguen con sus guerras absurdas gastando billones y trillones. Trece trillones de dólares para los especuladores y ¡ni un centavo se fue para las personas que perdieron sus casas! ¿Qué tipo de lógica es esa?
Manfred Max-Neef estudió economía e hizo carrera como empleado de la empresa Shell. En 1957 dio las espaldas a la industria y se dedicó a estudiar los problemas de los países en desarrollo. Trabajó para organizaciones de la ONU y en diversas universidades de EE.UU. y América Latina. Inspirado por el imperativo de Schumacher “small is beautiful”, desarrolló tesis que denominó “economía descalza” y “economía a escala humana”. En los años 90 formuló con la hipótesis del “umbral” la idea de que a partir de determinado punto del desarrollo económico, la calidad de vida comienza a disminuir.
Salud autogestionada en la región chilena: El legado del médico anarquista Juan Gandulfo
Por Fabián Pavez Reyes
El legado de Gandulfo en La Hoja Sanitaria y el Policlínico de la Organización Sindical Industrial Workers of the World (1923-1942).
Los años alrededor de 1920 estuvieron marcados por inestabilidad política y ebullición social, productos de la caída en el precio internacional del salitre, la migración campo-ciudad y las paupérrimas condiciones de salud, vivienda y trabajo en que se encontraban las clases sociales desfavorecidas.
En este escenario, en 1919 se fundó la sección chilena de la Industrial Workers of the World (IWW), organización sindical de inspiración anarquista fundada en junio de 1905 en Estados Unidos de Norteamérica. Ésta preconizaba la “acción directa”; es decir, la directa participación de los trabajadores en la resolución de sus problemáticas, ya fuese mediante la propaganda, el boicot a los explotadores, la huelga, la democracia directa, etc. Al alero de esta organización, y bajo los principios de autogestión y acción directa, tuvieron lugar las experiencias descritas en el presente artículo.
LA HOJA SANITARIA I.W.W.
Bastante se ha escrito sobre el Dr. Juan Gandulfo como dirigente estudiantil, algo menos, como médico. Pero sin duda, poco o nada se ha escrito sobre aquella particular faceta que mezcló su profesión con el genuino interés por la cuestión social de la época.
El 22 de marzo de 1957 se inauguró en el Hospital Calvo Mackenna el Taller de Prótesis Ortopédicas Dr. Juan Gandulfo Guerra. En dicha ocasión, Pedro Godoy (Rector de la Universidad de Chile en 1932) pronunció un discurso en que dijo: “Por espíritu previsor gastó mucho de su bien ganado dinero en enseñar la higiene entre los obreros por la propaganda más directa y más sencilla: en hojas volantes”(1). Dichas hojas volantes pretenden ser rescatadas del olvido mediante el presente trabajo.
La Hoja Sanitaria fue la publicación mensual del Comité Sanitario, dependiente de la IWW. Es uno de los pocos rastros que quedan de una iniciativa por la autogestión de la salud en Chile. Cobra relevancia el examen de este periódico para comprender cómo un puñado de hombres se dio a la labor de intentar desterrar arraigados mitos y constituirse en referentes para la educación de los obreros en materia de salud.
Sin embargo, no fue tarea fácil; en alguna medida, por el escaso apoyo que encontró en ciertos sectores obreros, ora porque consideraran inútil la labor realizada, ora porque tuvieran la arraigada costumbre de muchos grupos “pseudo-libertarios” de usufructuar de los beneficios sin apoyar económicamente el desarrollo de iniciativas autogestionarias (i).
Respecto al primer punto, el propio Gandulfo declararía: “(…) se ha mirado despectivamente la labor que realiza esta Hoja, por considerarla casi inútil. Profundo error ha sido éste. Tenemos la pretensión de ir formando una fuerza nueva en la organización obrera, ya que cada hombre que tenga conciencia de su derecho al bienestar irá sintiéndose descontento del ambiente en el cual el actual régimen lo mantiene y –por consiguiente– nacerá en él y se desarrollará la idea y luego la necesidad de romper el actual estado de cosas para reemplazarlo por uno nuevo en que cada individuo viva mejor y sea más libre…”(2).
La imprenta Libertá, ubicada en Nataniel 1057 el mismo sitio donde funcionaba en las noches el Policlínico Obrero–, se encargó de elaborar la publicación, que vio la luz con su primer número en junio de 1924, distribuyéndose de manera gratuita hasta la extinción del “superávit” generado por el Policlínico (que financiaba la publicación), en diciembre de 1925. Desde el número once, el valor del periódico sería de 10 centavos para costear el tiraje de 2.000 ejemplares.
Pero no sólo debieron enfrentarse problemas de financiamiento y desidia de parte de algunos sectores obreros. La persecución política fue otro reto a resolver. La IWW, declarada ilícita por la superioridad gubernativa, no pudo seguir a cargo del Policlínico; por lo cual, en el último número disponible de la Hoja Sanitaria (noviembre de 1927) y tras un silencio de cinco meses –tiempo hipotéticamente destinado a la reorganización de los servicios–, apareció la noticia de que dicha “Repartición Sanitaria Popular” pasó a ser propiedad del Dr. Gilberto Zamorano.
Así, el Centro de Salud continuaría –bajo dirección del Dr. Gandulfo– “…atendiendo solícitamente a los trabajadores y a todas las personas que soliciten los servicios sanitarios (…) a pesar de este cambio y de no tener subvención de filántropos ni de nadie; no ha cambiado su fin de altruismo y bien social por el mezquino mercantilismo. No ha variado los honorarios (…) Se garantiza que en el servicio no hay distingos ni preferencias de clase…”(3).
La “Hoja Sanitaria”, a secas, pasaría a ser la publicación del Policlínico Obrero. Luego de 24 números de regularidad encomiable, vería truncada su labor de propagación de la higiene.
Es necesario entender la publicación como una instancia destinada a la educación de los trabajadores en importantes aspectos de salud: higiene, salud mental, educación sexual, enfermedades infecto-contagiosas (E.T.S., tuberculosis, viruela, rabia, pediculosis, sarna, tifus exantemático, etc.), temas de pediatría y puericultura, nutrición, salud buco-dental, entre otros. Es importante destacar, además, la lucha contra el alcoholismo del Dr. Guillermo Puelma.
Así también, desde esta tribuna se dio una batalla sin cuartel a la automedicación y a los charlatanes, que lucraban con los problemas de salud de los obreros, generando graves complicaciones de las enfermedades que éstos padecían. El Dr. Gandulfo aprovechó su experiencia con los “componedores de huesos” describiendo errores gravísimos: fracturas que de cerradas pasaron a expuestas, obligando a amputación de extremidades; o enfermos con mal de Pott que, en lugar de ser inmovilizados, fueron tratados con maniobras hasta generar fracturas (cuyo sonido atribuyeron a curación).
Impresionan los avanzados conceptos de salud integral que se manejaban: concepción de la importancia de la higiene, el aire puro, el ejercicio físico (incluidas lecciones de natación mediante textos y fotografías), la salud mental y la nutrición. Respecto al último punto, se educaba a obreros y madres de familia en la creación de un menú semanal accesible y nutritivo, y la compra de alimentos económicos de alto rendimiento energético.
Por ejemplo, sostiene el Dr. Uribe y Troncoso:
“Durante una huelga, una pobre mujer gastó sus últimos diez centavos en lechugas para alimentar a su familia que tenía hambre. Si hubiera comprado frejoles, habría obtenido con el mismo dinero setenta veces tanto alimento (…) Con muy poco dinero, un ama de casa puede alimentar a su familia buscando los alimentos baratos que den los materiales reconstituyentes y la fuerza necesaria al organismo; y aprendiendo, además, cómo debe cocinarlos de manera que sean agradables al gusto y se digieran con facilidad”(4).
Así también, la labor educativa del periódico no se limitaba a las enfermedades somáticas, sino también a la protección de la infancia: “(…) téngase presente que a las guaguas puede educárseles, esto es, formarles hábitos, pero sin necesidad de pegarles, como suele hacerse por muchas madres.”
Invitación para unirse al sindicato anarquista internacionalista IWW
Merece ser destacado el tercer número (septiembre de 1924), dedicado a los obreros carboníferos de la región sur. En éste aparece un artículo del Dr. Walter Fernández (por ese entonces, jefe del Laboratorio de Histología de la Escuela de Medicina) que aborda el tema de la anquilostomiasis. Resulta interesante detenerse en su historia, descrita en el editorial del periódico con las siguientes palabras:
“La forma más sublime del heroísmo es la proporcionada por el héroe científico; la del hombre que, conociendo los peligros de una enfermedad, se la produce inoculándose los parásitos que la determinan a objeto de beneficiar a sus semejantes.
Tal es el caso del doctor Walter Fernández, quien, para demostrar la existencia de la anquilostomiasis en nuestras minas de carbón, introdujo en su cuerpo y en el de su hermano el agente de la anemia de los mineros.
Demás está decir que esto no ha conmovido a nadie, pues el Gobierno no ha tomado ninguna medida para curar a los obreros, a quienes tanto ama; y las Compañías Mineras llegaron a impedir violentamente al doctor Fernández la terminación de sus investigaciones. Los obreros, por su parte, mandan diputados y senadores a gritar al parlamento… (…) el doctor Fernández no ha podido curar de su enfermedad, que adquirió con su interés de sabio y de amigo de los obreros”.
En el mismo sentido, ni las actividades de difusión de la Hoja Sanitaria, ni la labor desarrollada por el Policlínico, perseguían fines puramente asistenciales; pues se entendía su labor autogestionaria como parte de un proceso revolucionario que no estaba desligado del quehacer de la IWW, pese al grupo variopinto de colaboradores y el carácter ecléctico de los artículos. Sin embargo, la figura aglutinadora –constituida por Gandulfo– imprimía un carácter radical a la labor, encaminada hacia la revolución social.
Resulta fácil comprender, desde la personalidad de dicho personaje, la colaboración de hombres con distintos sustratos ideológicos, pero de base humana cabal cuya convicción estaba al servicio de la medicina social. Como señalara Armando Alonso Vial: “pocos prescindían tanto de la ideología de los demás para otorgar el aprecio como él (…)”(7).
Algunos artículos de Gandulfo revelan la finalidad libertaria de las acciones desarrolladas. A pesar de que las alusiones a temas contingentes o de difusión del ideario anarquista fueron escasas – comprensible por la línea editorial de la publicación–, no estuvieron ausentes del todo; quedando bien delimitadas las relaciones entre la Hoja Sanitaria, el Policlínico, la IWW, y otras organizaciones obreras y de arrendatarios (figura 1).
La Hoja Sanitaria y el Policlínico Obrero, junto a su labor específica en salud, representaron a su manera otra forma de la “propaganda por el hecho” desarrollada por los anarquistas (cuya acepción histórica llegó a ser tan tristemente célebre como sinonimia del magnicidio, asesinato político o atentados con bombas). Fue así que mediante su acción se estimulaba la afiliación de los obreros a la IWW, al obtener de este modo los servicios del Policlínico a bajo costo. El propósito: “… fomentar la organización y demostrar, con hechos bien fehacientes, que los productores, estrechamente unidos son capaces de asegurarse –sin necesidad de leyes draconianas y leoninas (…)–la salud y la vida (…)”(8).
EL POLICLÍNICO, UNA REALIDAD AUTOGESTIONARIA
En junio de 1922, la Unión Local de la IWW propició la formación de un policlínico para atender a los trabajadores y sus familias. En ese entonces, Gandulfo expuso detalladamente los beneficios que éste reportaría, “ya que la ciencia médica está acaparada por el capital con el consiguiente perjuicio para la mayoría de la humanidad”(9).
En noviembre de 1922, el periódico Acción Directa –órgano de difusión de la IWW– advirtió: “(…) Al Marjen (sic) de Nuestra Unión se está formando un policlínico donde puedan ser atendidos los obreros en las diferentes enfermedades que entran dentro de las fábricas y en los cuartos inmundos que se ven obligados a habitar en este régimen corrompido y corruptor. La actividad que se está viendo en la comisión encargada, nos hace confiar que pronto sea una bella realidad”(10).
En diciembre de 1922, el proyecto gozaba de un éxito halagador (figura 2), reuniéndose más de mil pesos para su instalación, además de instrumental quirúrgico y mobiliario (9). El 11 de junio de 1923, se inauguró el Policlínico de la IWW (11).
Desde el día siguiente, se abrirían las puertas de Nataniel 1057 para atender a los obreros y sus familias y no se cerrarían, pese a las adversidades, hasta bastantes años después. Este Centro de Salud funcionaba de lunes a sábado (prestando atención médica los días lunes, miércoles y sábado; y dental, los martes y sábado), de siete y media a nueve de la noche, a fin de poder atender a los obreros luego de finalizadas sus faenas.
Para gozar de los servicios se debía pagar una cuota de incorporación (un peso) y una cuota mensual (dos pesos). La familia del cotizante tenía acceso a los mismos beneficios, pagando la mitad del precio que el público general (8); en cuanto a los procedimientos dentales, los socios de la IWW tenían un descuento de 10% (12).
Un requisito indispensable para la atención era mostrar al delegado y al médico de turno la libreta social con las cuotas (social y sanitaria) al día (13).
El funcionamiento del Centro estaba a cargo de un médico jefe y dos auxiliares (estudiantes del último año de medicina), una matrona, un dentista, un practicante y un delegado de turno (13). Se realizaban consultas, inyecciones, curaciones, lavados, pruebas para el diagnóstico de la sífilis (R. Wassermann), exámenes de jugo gástrico y orina, extracciones y curaciones dentales (14).
Posteriormente, durante la primera semana de marzo de 1926, se ampliaría el Servicio Dental (15), realizándose extracciones bajo anestesia, obturaciones con amalgamas, oro o cemento, tratamientos radiculares, topes de oro, coronas, placas, parches, ganchos de oro, etc (12).
Sin embargo, como he destacado anteriormente, el Policlínico IWW no cumplía funciones puramente asistenciales, como bien da cuenta su balance luego de tres años de funcionamiento: “(…) En este tiempo hemos creído probar con hechos que los obreros somos capaces de organizar nuestros servicios médicos sin la ayuda del Estado, ni de las instituciones filantrópicas, gracias a la iniciativa libre” (11).
Labor que se vería entorpecida en noviembre de 1927, cuando el Policlínico dejó de pertenecer a la IWW, pese a lo cual, continuó su actividad. Y lo seguiría haciendo, incluso posterior a la muerte de uno de sus principales impulsores: el Dr. Gandulfo.
El Policlínico debió no sólo enfrentar la persecución política del Estado, sino también, las habladurías y el abandono por parte de los obreros:
“Durante 12 años de labor sin interrupción ha servido para demostrar lo que puede la voluntad de los hombres al servicio de una causa. Hemos laborado en silencio, pero con entusiasmo. No queremos dejar en silencio ya nuestra obra, por razones fáciles de explicar. Los trabajadores aún no han comprendido que esta obra es de los trabajadores y para los trabajadores. No hay ni un derecho para hacer juicio equívoco, porque nuestra conciencia de revolucionario está trazada por la senda recta y justiciera. Nada hemos hecho que esté reñido con nuestra moral revolucionaria. Desde su fundación este Policlínico ha tenido por única divisa servir a los trabajadores, no sólo en medicina y curaciones sino en atenciones cuando las circunstancias lo han requerido. Por eso invitamos a los trabajadores vengan a ayudarnos a cuidar lo que han dejado abandonado (…) Este Policlínico no sólo sirve para curaciones del cuerpo físico, también ha servido para curar a enfermos del régimen cuando fueron violentados por ráfagas reaccionarias” (16).
El “Policlínico Obrero Juan Gandulfo Guerra, de la IWW” (como sería llamado posterior a la muerte de éste) –ubicado en Avenida Matta 832–funcionaría, a lo menos, hasta 1942, fecha en que se pierde la pista de su existencia (ii), tras diecinueve años de ardua labor.
JUAN GANDULFO: MÉDICO Y ANARQUISTA
Quizás una de las figuras más recordadas vinculada a estas experiencias sea la del Dr. Gandulfo, quien junto a otros profesionales (Pedro Sáez, Luís Soza, Segundo Pereira, Pedro Calderón, Francisco Urbina, Luís Pinto, Manuel Oñate, etc.) dedicó sus más nobles esfuerzos a la mejoría de las condiciones de salud de los obreros. Su estampa ha sido previamente retratada (7,17,18). Es por esto que el presente apartado sólo busca contextualizar los antecedentes históricos anteriormente presentados a la luz de algunos aspectos de su biografía.
Juan Gandulfo Guerra, nacido en Los Vilos el 16 de julio de 1895, desarrolló desde su infancia un acercamiento instintivo y leal hacia las clases desposeídas –pese a provenir de una familia acomodada de Viña del Mar– definiéndose como amigo de hombres francos, leales y valientes (7).
Su participación en el movimiento anarquista de la época y sus dichos le costaron persecución y cárcel, lo que lejos de desanimarlo, le impulsó a organizar la salud física y espiritual del resto de los prisioneros. Como señalara González Vera “el ocio no le robaba sino aquellos instantes en que abandonaba una actividad para iniciar otra” (1).
Probablemente, los prejuicios acarreados, fruto de visiones parceladas, interesadas e ignorantes del ideario ácrata, han confluido en la escasa atención que se ha prestado a su contribución en la vida y obra del Dr. Gandulfo. A este respecto, señala Armando Alonso Vial:
“Necesito aquí decir en honor de la verdad algo que parece desconocerse: Gandulfo ha sido siempre anarquista; no ha abandonado nunca su credo anarquista (…) Me consta, aun cuando seguramente me faltan méritos para apreciar el pensamiento, el sentimiento y la obra anarquista (…) Gandulfo pudo no etiquetarse nunca de anarquista; pero lo era por antonomasia, yo lo sentí, a cada instante, feliz de serlo y creo que, en esa convicción, y en esa felicidad radica gran parte de su triunfo integral como médico. Siempre he pensado que hombres con profundas convicciones, como la cristiana o la anárquica que se acercan tanto, llevadas en lo hondo, son los mejor preparados para obtener el tipo de médicos que hemos concebido; honesto y libre, ecuánime y recto, alegre y humano. Si nos faltara la primera, nosotros desearíamos alcanzar la segunda, para obtener algún día estas virtudes que Gandulfo ha tenido entre otras cosas porque ha poseído aquella convicción” (7).
Inspirado tempranamente por la lectura de Kropotkin y Malatesta, trabajó con fervor en la IWW, desarrollando el Policlínico Obrero y participando en la Sección Local mediante conferencias sociales o biológicas.
Como médico sería “todos los días el constante defensor del enfermo contra todo, incluso contra el enfermo mismo…” (7). Se desempeñó como cirujano en el Hospital Arriarán, la Asistencia Pública y la Clínica del Dr. Lucas Sierra; sus principales áreas de interés en la Cirugía Infantil fueron la ortopedia y la cirugía plástica.
Falleció en un accidente de tránsito, el 27 de diciembre de 1931, camino a Casablanca. Tenía 36 años y sería recordado como un hombre sensible, bueno y generoso, al mismo tiempo que duro e implacable; como un hombre de estudio y de paz, a la vez que luchador combativo y valiente. Físicamente pequeño y débil, pero con una valentía, arrojo y vitalidad que le permitieron salir airoso de persecución, privaciones, duelos y cárcel, siempre más fuerte y vigoroso: física, espiritual y moralmente (1).
Agradecimientos
A Juan Gandulfo Jerez, sobrino de Juan Gandulfo Guerra, por su interés y cooperación. A Mario Araya, licenciado en historia, por la orientación en la búsqueda de fuentes. Al Dr. Álvaro Jeria y a Luis Hernández, por sus atingentes comentarios. A José Sepúlveda, sección periódicos y microformatos de la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile, por su gentil disposición.
NOTAS:
i) Las dificultades de financiamiento de la publicación y el escaso apoyo de algunos sectores obreros quedan de manifiesto en editoriales y artículos aparecidos en La Hoja Sanitaria: «A las Sociedades Obreras» (enero 1925, N°5), «¡Oiga, compañero» (febrero 1925, N°6), «¡No sea ciego, compañero! (diciembre 1925, N°11), «Pedimos» (marzo 1926, N°14), «Se previene» (abril 1926, N°15) y «Por otra parte» (mayo 1926. N°16).
ii) La última alusión al Policlínico que se encuentra disponible se halla en Acción Directa, número 3, de agosto de 1942. Aunque es necesario destacar que los números 4 al 7 no han sido ubicados. El último número disponible de «Acción Directa» data de febrero de 1944 (N°16).
REFERENCIAS
1. GONZÁLEZ VERA J. (comp.). Juan Gandulfo Guerra: homenaje de sus amigos. Santiago, Chile: Ed. Del Pacífico S.A.; 1957; 16-31.
2. GANDULFO J. Educación, organización y emancipación. Hoja Sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, mayo de 1926, Nº 16.
3. Redacción. Policlínico obrero nocturno, ex – IWW. Hoja Sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, noviembre de 1927, Nº 24.
4. URIBE Y TRONCOSO M. Cartilla de Higiene Personal, Capítulo IV: Elección de los alimentos. Hoja Sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, septiembre de 1924, Nº 3.
5. GRAF C. Instrucciones elementales para los cuidados del niño. Hoja Sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, julio de 1924, Nº 2.
6. Redacción. Editorial: La anquilostomiasis o anemia de los mineros. Hoja Sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, septiembre de 1924, Nº 3.
7. ALONSO A. Nota Biográfica sobre Juan Gandulfo. Rev Méd Chile 1932; 60: 99-114.
8. Comité Sanitario. Atención. Hoja Sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, diciembre de 1925, Nº 11.
9. Unión Local I.W.W. Resumen General de la labor desarrollada durante el presente año. Acción Directa, Santiago de Chile, segunda quincena de diciembre de 1922, Nº 20, p. 5.
10. Redacción. Lucha cotidiana. Acción Directa, Santiago de Chile, primera quincena de noviembre de 1922, Nº 18.
11. Comité Sanitario. Tres años. Hoja Sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, junio de 1926, Nº 17.
12. Redacción. Servicio dental. Hoja Sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, marzo de 1926, Nº 14.
13. Redacción. Policlínico de la I.W.W. Acción Directa, Santiago de Chile, primera quincena de julio de 1923, Nº 25.
14. Redacción. Precios Policlínico I.W.W. Hoja sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, septiembre de 1924, Nº 3.
15. Comité Sanitario. Avisamos. Hoja Sanitaria I.W.W., Santiago de Chile, febrero de 1926, Nº 13.
16. Redacción. La Y.W.W. y su Policlínico. Acción Directa (Segunda época), Santiago de Chile, segunda quincena de octubre de 1934, Nº 2.
17. ZALAQUETT R. ¡Siembra, juventud! la tierra es propicia, el momento es único: No es Neruda sino Gandulfo, el cirujano. Rev Méd Chile 2005; 133: 376-82.
18. ORTIZ O. La historia de Juan y Pedro Gandulfo. En: Nuevas crónicas anarquistas de la subversión olvidada. Santiago, Chile: Editorial La Simiente; 2008; 59-70.
Dr. Fabián Pavez Reyes. Clínica UC San Carlos, Departamento de Psiquiatría.
Email: fapavez@uc.cl
Artículo publicado en Revista Médica de Chile 2009; Nº 137, páginas 426-432.
87 Capítulo de ECONONUESTRAS 9-dic-2013
Fanzine «I love Milton Friedman»
El siguiente es un fanzine sobre Milton Friedman, padre del Neoliberalismo, y su laboratorio predilecto: $hile.
Esta obra gráfica cuenta con los trabajos de los ilustradores: Chicoma, Christiano, Elise Hendrick, Feña Ñañá, Fiestóforo, Gonzalo León, Héctor Moraga, Jaime Pinos, Jesús Cossio, Leo Ríos, Manuel Celis, Sebastián Piel.
Libro de Piotr Kropotkin «El Apoyo Mutuo»
«El Apoyo Mutuo: un factor en la evolución» contiene el cruce superior del anarquismo de Kropotkin y su experiencia como geógrafo y científico. El libro trata la influencia de la cooperación dentro del proceso evolutivo, en respuesta al Darwinismo Social tan difundido en la época. De esta forma, «El Apoyo Mutuo» sería al Comunismo Libertario, lo que el Darwinismo Social fue y es al Capitalismo y al Estado.