La ocupación de las casas de los bancos que realizan las víctimas de la crisis española

«Al banco le sobran miles de viviendas vacías que nadie puede comprar, y a los españoles nos faltan casas en las que vivir. Por eso, pedimos justicia social», explica la joven Irma Blanco.

Ella, junto a otras mujeres de la comunidad Corrala de Vecinas La Utopía, ha ocupado un edificio de Sevilla que llevaba dos años sin ser habitado. En apenas cinco días ya estaban instaladas 36 familias.

«Nuestra acción pone de manifiesto que este problema no es marginal, que afecta a todos», detalla Blanco, de 35 años y diplomada en Trabajo Social por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. «Estoy desempleada y tras independizarme tuve que volver a vivir con mis padres», le cuenta a BBC Mundo.

En España hay más de tres millones de viviendas desocupadas y, según datos del Consejo General del Poder Judicial, en el primer trimestre de 2012 se produjeron 46.559 desalojos forzosos, una media de 517 desahucios al día.

El acceso a la vivienda a personas jóvenes también se ve complicado por el alto índice de desempleo con el que conviven, cerca de un 50%, y el salario mínimo en España no alcanza los 642 euros (US$803).

Estas mujeres ya son parte de los movimientos que surgen en España para solventar la cuestión del acceso a la vivienda y que han tomado fuerza con el movimiento 15M. En Cataluña comenzó en 2009 la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y ya se han extendido a más de 60 las PAH en España.

«Con la campaña ‘Stop desahucios’ hemos evitado ya 375», le explica a BBC Mundo su portavoz, Adriá Alemany.

«Lo que resulta imposible es calcular cuántas casas están siendo ocupadas en España, porque muchas de ellas son ocupaciones silenciadas. Ante la inexistencia de estos datos tenemos previsto un estudio entre 10.000 encuestados a los que les han ejecutado la hipoteca, para ver su situación», dice Alemany.

Contra los desahucios

«Pero llega un momento en el que ni los servicios sociales ni los abogados pueden hacer más; la ley en España es una trituradora. El banco te quita la casa y, además, tienes una deuda con la entidad. Es entonces cuando acudimos a la desobediencia civil y ocupamos bloques de bancos que han quebrado o se han nacionalizado», explica Alemany.

«Es un absurdo que las casas sean de los bancos y que los bancos se rescaten con nuestros impuestos», añade.

Aquellos que se alojaron en unas de las viviendas bancarias ocupadas en Cataluña han abierto cuentas de bancos en las entidades a las que pertenecen los edificios como muestra de buena voluntad para pagar un alquiler asequible.

«Pero los bancos responden con demandas, aunque estén nacionalizados al 95%», afirma Alemany.

«Ante estas ocupaciones ilegales respondemos con demandas colectivas; estos procedimientos son abiertos de manera unilateral por parte de ellos. Nosotros nos ajustamos a la ley y estamos llegando a acuerdos mediante contratos, convenios y cesiones con distintos ayuntamientos para ceder viviendas y contribuir para dar facilidades a personas que no tienen recursos de acceso a la vivienda», asegura Violant Flores, del departamento de Comunicación de Catanlunya Caixa (entidad nacionalizada) en declaraciones a BBC Mundo.

Irma y el grupo de mujeres han realizado la ocupación de forma independiente, aunque contando con el apoyo de servicios jurídicos del movimiento 15M. «Hicimos pública nuestra entrada al edificio y nos ofrecemos a pagar luz, agua y alquiler», dice.

En 15 días han conseguido que el Defensor del Pueblo de Andalucía, José Chamizo, ejerza de mediador con las autoridades públicas.

«Por un lado sabemos que han realizado una ocupación ilegal, pero son personas que no pueden ejercer su derecho de tener una vivienda digna», le comenta Chamizo a BBC Mundo.

La consejera de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía ha ido a visitarlos para dialogar e intentar solventar los problemas de habitabilidad, aunque el ayuntamiento de Sevilla pone resistencia.

El día a día

Las mujeres de la Corrala de Vecinas repartieron las viviendas según criterios de justicia.

«Las personas mayores y los que tienen problemas de salud han quedado con las casas más bajas y los demás nos organizamos por sorteo», explica Irma Blanco.

Grecia Villanueva es una ecuatoriana de 32 años que ocupa junto a su madre enferma, su hermano y su hijo uno de los pisos del edificio.

«Llevamos viviendo once años en España, pero esto cada vez se parece cada vez más al Tercer Mundo», considera Villanueva.

«Los inmigrantes hemos dejado a España endeudadas, nos hemos vuelto a nuestros países con cuentas imposibles de pagar», agrega Grecia, quien ha tomado cursos de atención a enfermos de Alzheimer. «Aunque casi siempre he trabajado en la hostelería sin contrato. Y ahora ni siquiera eso».

«Esta iniciativa me da la posibilidad de volver a tener un hogar», le dice a BBC Mundo.

Soluciones colectivas

Pero tras el auge de la ocupación, los que han tomado viviendas se han enfrentado a problemas de habitabilidad.

La compañía de la luz les ha cortado el suministro, al que ellos habían accedido con un enganche.

El Ayuntamiento, por su parte, no les da acceso a agua, además de informar a los padres de menores de edad que podrían quitarles las custodias de sus hijos por tenerlos viviendo en condiciones que consideran inadecuadas.

Mientras tanto, los vecinos ya han celebrado una fiesta para recaudar fondos para trámites burocráticos.

«Y vamos a hacer talleres en los aparcamientos para curtir el cuero, restaurar muebles…», le dice Mario, de 26 años, a BBC Mundo.

«De todas formas, el aparcamiento no se va a utilizar, no creo que ninguno de nosotros pueda comprar un coche».

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/08/120810_ocupacion_casas_espana_lf.shtml?print=1

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