Educación superior privada: entre crisis y autogestión
Mientras los precandidatos se ufanan de asimilar en sus programas las demandas de los estudiantes y en el contexto de la acusación constitucional al Ministro de Educación, en ECONONUESTRAS entrevistamos a Susana Giacamán, ex pdta. de la Sede Santiago de la Universidad del Mar y actual vocera del Grupo de Estudiantes Estafados y a Valeska Concha vocera del MESUP (Movimiento de Estudiantes de la Educación Superior Privada). Ambas, estudiantes de nutrición y derecho respectivamente, nos ofrecieron un diagnóstico crítico y sus propuestas para la educación superior privada, compuesta por CFT´s, Institutos Profesionales y Universidades, donde estudia la mayor parte de los estudiantes endeudados y estafados… la mayoría de los hijos de trabajadores del país.
Crisis en el sistema de educación superior privada
La Universidad del Mar, fundada en 1990, llegó a tener 15 sedes logrando ampliar su matrícula velozmente, como fue el caso del periodo 2002-2007 cuando los alumnos pasaron de 4.000 a 22.000. Hoy el proceso se ha revertido: “de los 20.000 estudiantes que figuraban cuando estalló el conflicto hoy deben quedar unos 4.000: muchos desertaron, muchos se auto-reubicaron y otros continuamos con la esperanza de que amanezca una solución real” nos indica Susana, quien fuera presidenta de la Federación de la U del Mar Sede Santiago en el periodo 2011-2012.
Pero lo que parece haber estallado el año 2011, es un problema de largo aliento. “El año 2007 en Iquique se empiezan a evidenciar los problemas con la carrera de Medicina, porque no contaban con la infraestructura necesaria para dictarla”, nos comenta la estudiante de Nutrición. Para ella, lo que pasó con el ex rector Urrutia en mayo del año pasado, fue un punto de inflexión aunque tardío, “pues era algo que se venía denunciando desde antes. El problema tiene que ver con que se haya permitido abrir un negocio, escondiéndolo con la idea de educar, porque en la U del Mar nunca hubo proyecto educativo. De hecho, muchas de las inmobiliarias fueron creadas antes de la Universidad”. Con ello, llegaron las primeras tomas y asomos de soluciones que nunca resolvieron nada, y son esas mentiras las que le enrostran los estudiantes a las autoridades: no ha existido reubicación, sino más bien auto-reubicación, y respecto a la continuidad, ésta se ha vuelto una ilusión si se considera que no hay infraestructura y, más aún, cuando la fecha de reinicio de clases se ha postergado ya dos veces.
Pero no es sólo el caso de la Universidad del Mar. Valeska, vocera del MESUP, recuerda los nombres de las instituciones que aparecieron en el rechazado informe del lucro en la educación de la cámara de diputados: “Universidad SEK, Universidad de las Américas, UNIACC, Andrés Bello, entre otras” además de la que – en su opinión – se convertirá en la segunda ‘U del Mar’: la Universidad Santo Tomás, cuya investigación por lucro fue desestimada por el MINEDUC. La serie de omisiones es amplia y de larga data; no es sólo Beyer el culpable, sino también sus antecesores.
Susana está detrás de la querella por estafa a los responsables de la Universidad del Mar: “se nos prometió que se nos iba a educar, y no se hizo (…) se trata de una vulneración al derecho a la educación”. Esta arista permitiría además aunar a todos aquellos que fueron estudiantes de la Universidad del Mar en los periodos anteriores a que estallara mediáticamente la crisis, porque no se puede obviar que los efectos del lucro en la educación superior tienen implicancias sociales generalizadas.
En esta misma línea, hace un llamado al fiscal a cargo, Carlos Gajardo, a formalizar a los acusados ya que han pasado 8 meses de la querella, mientras se limpia la imagen del sistema a través del juicio por cohecho realizado al ex rector Zúñiga, mientras el asunto del lucro queda al margen, y quienes lucraron, aún disfrutan de sus ganancias derivadas. Por ello, dentro de lo particular de la Universidad del Mar, los estudiantes se han querellado y exigen cárcel por la estafa realizada a estudiantes y a trabajadores de la Universidad del Mar, además de exigir la condonación de la deuda, mientras en lo general se han planteado la tarea de “seguir apoyando al MESUP con el tema de la estatización de la educación en general con control comunitario”.
Estatización con control comunitario
Tal consigna de autogestión con financiamiento estatal, fue avanzando en los encuentros de asamblea y consenso del MESUP (fundado en el año 2011) hasta volverse la bandera de lucha del Movimiento. Tanto la organización como sus propuestas, constituyen todo un hito considerando las difíciles condiciones y la diversidad de la educación superior privada, donde por una parte en IP´s y CFT´s el lucro sí está permitido, mientras transversalmente la democratización brilla por su ausencia y la represión interna es cotidiana, poniendo cuesta arriba la lucha de quienes estudian en la educación superior privada chilena.
Entre el diagnóstico y la propuesta de financiamiento y administración de la educación, asoma la columna vertebral para los estudiantes de la educación superior privada: no se trata únicamente de estudiantes endeudados, es decir, no se trata solamente del lucro y la gratuidad, sino además de qué tipo de educación se quiere. Se insiste en que no tiene sentido buscar acceso para una educación que lleve a reproducir sin espíritu crítico, volviendo a sembrar las condiciones propias de un sistema corrupto, porque es corruptible. Por ello, el control comunitario se vislumbra como una propuesta que abarca más allá del cómo se entrega esa educación, involucrando también el qué se enseña. Tal propuesta también es promovida por las organizaciones del resto del espectro educacional, como la ACES.
Ambas estudiantes acotan: “No es la idea de generar un Capitalismo de Estado, sino que la educación sea en pos de la sociedad y no del empresariado”. La idea de que el Estado ponga los recursos no quiere decir que sea también éste quien decida qué y cómo es lo que se enseña. Y la decisión no pasaría sólo por los estudiantes sino también por la comunidad territorial en su conjunto: trabajadores, profesores y padres. Sería la forma de romper con esta educación que nos vuelve ‘máquinas de reproducción’ – en palabras de Valeska. Una educación participativa en la cual estamos todos invitados a construir. Mientras, la invitación es el próximo jueves 25 de abril apoyemos al MESUP en su segunda marcha del año.
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