Archivos Mensuales: octubre 2012

Resultados del primer Censo Docente que midió la calidad de vida de los profesores

12.000 profesores participaron en el censo que midió la calidad de vida de los docentes escolares de todo Chile.

Este lunes 8 de octubre fueron dados a conocer los resultados del Primer Censo Nacional Docente 2012 en el que participaron 12.000 profesores de todo Chile.

El objetivo de la iniciativa es generar y difundir información estadística actualizada sobre los profesores, que sirva para comprender y construir conocimiento en el ámbito de la docencia.

La encuesta on line se orientó a observar la población de los profesores escolares, incluyendo características socio-económicas, demográficas, de formación, condiciones  de trabajo, trayectoria profesional y calidad de vida.

“En este estudio son los mismos profesores quienes hablan desde su sentir. Con estos resultados al fin tenemos evidencia de lo que desde la intuición sabíamos y por otro lado tenemos hallazgos que cuentan con una representatividad de un 10% de la población total de profesores, afirma Mercedes Celedón Bulnes, CEO de EduGlobal, entidad que junto a Profedatos organizó el Censo.

“Desde el punto de vista de los docentes, la sociedad no parece haberse percatado todavía de sus esfuerzos y les exige resultados sin comprender bien los cambios que se han asomado a la escuela, y sin entender que educar es una de las tareas sociales de mayor complejidad” afirma Gabriela Morales de Profedatos.

Destaca entre los hallazgos la existencia de un importante número de docentes que viven en condición de allegados y de ocupación, la cantidad de horas de trabajo no reconocidas y no remuneradas y el hecho de que la mayoría de los profesores chilenos representan la primera generación de profesionales de sus familias.

Algunas cifras

12.000 profesores respondieron la encuesta. Un 72% fueron mujeres y un 28% hombres, de los cuales casi el 50% se encuentra entre los 25 y los 39 años.

Un 70% de los profesores declara no pertenecer a ninguna organización, el 20% está afiliado el Colegio de Profesores y sólo el 8% pertenece a un sindicato.

El 54% se formó en una universidad tradicional regional, el 24% lo hizo en una tradicional de la Región Metropolitana y el 20% en una privada. Sólo el 2% estudió en una Escuela Normal.

El 45% tiene postítulo y el 16% un Magíster.

El 41% trabaja en un establecimiento municipal y el 42% lo hace en un particular subvencionado. La mayoría (un 64%) está con contrato indefinido, pero un 36% está en condiciones laborales inestables (contrato a plazo fijo, reemplazo o contrato a honorarios).

El 46% trabaja entre 41 y 46 horas semanales. Un 31% lo hace entre 31 y 40 horas y el 16% entre 20 y 30 horas.

Un 30% de los profesores tiene un ingreso familiar entre $501.000 y $750.000, un 24% entre $251.000 y $500.000 y un 23% entre $751.000 y $1 millón. Además, el censo detectó que hay una relación directamente proporcional entre los años de experiencia laboral e ingreso familiar.

Un 29% de los docentes declara que trabaja entre 10 a 12 horas dedicadas a labores docentes y no remuneradas, lo que representa un cuarto de jornada adicional.

Ver Presentación con todos los resultados.

http://www.educacion2020.cl/noticia/precarias-condiciones-de-profesores-revela-censo-docente

Un invento sustentable: aire líquido para almacenar excedentes de energía renovable

por BBC Mundo

En su garaje en Hertfordshire, un condado al norte de Londres, el inventor británico Peter Dearman desarrolló una tecnología que podría dar respuesta a uno de los grandes desafíos de la ingeniería: cómo almacenar energía.

Dearman ideó un mecanismo para guardar energía transformando el aire en un líquido. Su invención fue debatida esta semana en un encuentro del Instituto de Ingenieros Mecánicos del Reino Unido (IMechE, por sus siglas en inglés), como una posible alternativa al uso de baterías para almacenar excedentes de energía renovable.

El mecanismo permite almacenar, por ejemplo, la energía generada por un molino de viento durante la noche, cuando no es requerida, y volver a utilizarla cuando sea necesario.

Una nueva compañía, Highview Power Storage, ha sido creada específicamente para transferir la tecnología de Dearman a un sistema que pueda ser usado en la red eléctrica, y varias pruebas, financiadas parcialmente por el gobierno, se han venido realizando en una estación generadora en la localidad inglesa de Slough.

Los resultados han atraído la atención del IMechE.

«Cada semana me contactan varias personas diciendo que tienen una invención brillante», le dijo a la BBC Tim Fox, jefe de energía del Instituto.

«En este caso se trata de una aplicación ingeniosa que realmente parece ser una solución potencial al enorme desafío que enfrentamos con el aumento de energía intermitente de fuentes renovables».

Proceso «elegante»

IMechE destaca la simplicidad y elegancia del proceso utilizado en Highview, que sigue varias etapas.

1- La electricidad producida, por ejemplo, por un parque eólico durante la noche, puede ser usada para captar aire, del que se extraen el dióxido de carbono (CO2) y el vapor de agua, que de otra forma se congelaría.

2- El remanente de aire, principalmente nitrógeno, es licuado congelándolo a menos 190 grados centígrados. El cambio de estado de gas a líquido es lo que almacena la energía.

3- El aire líquido puede guardarse en contenedores hasta que se precise.

4- Cuando la demanda de energía aumenta, el aire líquido es calentado hasta temperatura ambiente y al evaporarse impulsa una turbina para producir electricidad, sin necesidad de combustión.

Eficiencia

IMechE dice que el proceso tiene una eficiencia sólo del 25%, pero el porcentaje puede mejorarse masivamente colocando al criogenerador o congelador junto a una planta industrial o generadora que sea ventilada liberando calor a la atmósfera. Ese calor podría ser utilizado para aumentar la expansion térmica del aire líquido.

Highview cree que podría llegarse a un nivel de eficiencia del 70% y el IMechE concuerda.

«Las baterías pueden llegar a una eficiencia del 80%. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no tenemos una industria de baterías en el Reino Unido. Lo que sí tenemos es una abundancia de ingenieros competentes que pueden producir esta tecnología», dijo Fox.

«Y lo que es más, requiere componentes industriales estándar, que pueden durar durante décadas y pueden ser reparados con una llave mecánica».

Desde la adolescencia

Dearman desarrolló su mecanismo de almacenamiento de energía originalmente para vehículos.

«He venido trabajando en esto intermitentemente durante cerca de 50 años», le dijo a la BBC Dearman, quien también inventó el aparato resucitador MicroVent para ambulancias.

El inventor dijo estar encantado de que su creación pueda ser aplicada a gran escala.

«Comencé a investigar esto cuando era adolescente porque percibí que no habría suficiente materia prima en el mundo si cada persona en el planeta quería tener un auto. Debía haber otra respuesta. Fue así que se me ocurrió usar frío para almacenar energía», le contó Dearman a la BBC.

«Es difícil describir con palabras lo que siento al ver qué está sucediendo con mis ideas hoy en día».

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/10/121002_aire_liquido_am.shtml

El fin del petróleo: ¿crisis u oportunidad para la humanidad?

por Chloé Lauvergnier para El Ciudadano

El petróleo es como la sangre del actual modelo de desarrollo y de la economía mundial. Su agotamiento progresivo debería provocar subidas de precios importantes y tensiones geopolíticas. Frente a la penuria inevitable del “oro negro”, es urgente buscar fuentes de energías alternativas y sobre todo cambiar nuestro modelo de vida de manera radical. Se trata de un desafío para la humanidad, pero que constituye una gran oportunidad para tener una nueva vida sostenible y de calidad.

Frente al fin del petróleo, ¿existen alternativas energéticas viables? Algunos especialistas consideran que las únicas fuentes de energía que podrían tomar el relevo del petróleo -si queremos seguir consumiendo al ritmo actual- son el carbón y la energía nuclear.

Todavía existen muchas reservas de carbón en el mundo. Sin embargo, no parece razonable sustituir todo el petróleo por el carbón, ya que contribuye aún más al efecto invernadero, es decir al calentamiento global, mientras que estamos intentando reducir nuestras emisiones de dióxido de carbono. Además, al ser un recurso no renovable alcanzará un pico de producción en algún momento. Así, el carbón no parece ser una solución a la escasez de petróleo.

La energía nuclear, muy desarrollada en países occidentales, permite producir mucha energía. Pero para sustituir totalmente el petróleo, sería necesario construir de 70 a 300 reactores nucleares en el mundo cada año. Además del problema del financiamiento, del tiempo necesario para construir todas estas infraestructuras y de la gestión de los residuos radiactivos, es probable que la gente no quiera nuevas centrales nucleares cerca de su casa. De hecho, todos se recuerdan el accidente de Fukushima (Japón), en marzo 2011, sin olvidar otras catástrofes famosas, como Chernobil (Ucrania, 1986) o Three Mile Island (Estados Unidos, 1979).

El gas podría ser utilizado varios años también, como el carbón. Sin embargo, los mismos problemas se plantean: es un recurso no renovable y contribuye mucho a las emisiones de dióxido de carbono.

LA AÚN INSUFICIENTE ALTERNATIVA DE ENERGÍAS NO RENOVABLES

Las energías renovables son las únicas fuentes limpias y que podemos utilizar a largo plazo. Entre ellas, se cuentan la eólica, la solar, la biomasa, los biocombustibles, la hidroeléctrica, la geotérmica y la maremotriz. Todavía se puede mejorar de manera importante las técnicas de explotación y existe un fuerte potencial en estos ámbitos, como la hidroeléctrica en África por ejemplo.

Sin embargo, las energías renovables -aunque sean desarrolladas rápidamente- no compensan el fin del petróleo, por lo menos ahora, ya que son mucho más caras y no pueden producir la misma cantidad de energía que la que consumimos actualmente. Por ejemplo, la eólica y la solar representan solamente el 0,1% de la energía consumida al nivel mundial (80% corresponde a las energías fósiles).

Además, las inversiones necesarias para desarrollar las energías renovables son costosas y aún está la creencia de que el petróleo es un recurso infinito, visión que no favorece las inversiones en nuevas fuentes de energía muy costosas. Es por eso que “muchas energías renovables necesitan subvenciones, ya que el balance entre la energía invertida y la producida es negativo”, plantea Jean Laherrère de ASPO Francia.

Raúl Sohr, en Chile a ciegas, establece la misma constatación en lo que concierne Chile, cuya falta de recursos energéticos es “preocupante” y podría “entrabar su desarrollo”. El país es muy expuesto a las consecuencias del fin del “oro negro”, ya que más del 70% del consumo proviene del petróleo, del gas o del carbón, comprados en el extranjero en su mayor parte. Indica que es paradójico ya que Chile “es uno de los países con mayores reservas de energías renovables no convencionales de todo el mundo”. Sohr se refiere a las energías geotérmica y solar.

Sin embargo, estos recursos casi no son explotados por los empresarios, debido a los reducidos márgenes de rentabilidad. El Estado, modelado bajo la neoliberal constitución de 1980 no los explota al no poder hacer emprendimientos económicos. El mismo Sohr constata que se destina más dinero a defensa (cerca de 5 mil millones anuales) que a “la mayor amenaza, la energética, a la que el fisco asignó en 2012 el diminuto monto de 7 millones, dirigidos à la AChEE” (Agencia Chilena de Eficiencia Energética). Raúl Sohr plantea que el papel del Estado es investir en las energías renovables, ya que “los mercados no tienen estrategias largoplacistas”.

LOS BIOCOMBUSTIBLES

El desarrollo de los biocombustibles es un ejemplo de los dilemas que tendremos que afrontar en el futuro. Fueron desarrollados cuando existía una sobreproducción agrícola. En el ámbito aeronáutico, parecen ser la única alternativa al petróleo actualmente. Alejandro Flores, quien trabajó durante tres años en el departamento Fuel Saving Strategies de LAN Airlines, lo confirma: ‟LAN investiga con biocombustibles de origen vegetal y ya realizó un vuelo de prueba con este combustible, puesto que no contará con más petróleo fósil en el futuro”. Sin embargo, el rendimiento de los biocombustibles es escaso. Además, las necesidades alimenticias de la humanidad deberían doblarse para 2050. Entonces, la prioridad de la agricultura debería seguir siendo la producción de comida, y no de combustibles para los aviones.

EL FIN DEL PETRÓLEO COMO OPORTUNIDAD PARA CAMBIAR MODELO DE VIDA

Ninguna fuente de energía es capaz de proporcionar una alternativa al fin del petróleo hoy. Es decir, ser capaz de producir la misma cantidad de energía que la que utilizamos ahora. Así, una conclusión se impone: a pesar del desarrollo masivo de las energías renovables, va a ser necesario vivir con menos energía y cambiar nuestro modo de vida de manera radical. Es importante anticipar estos cambios, para no sufrir de sus consecuencias de manera caótica.

Según Sara Larraín, de la fundación Terram, el fin del petróleo significa “la crisis del sistema de la globalización, del mercado y del consumo actual”. Indica que “será un momento difícil, pero una gran oportunidad para poner fin a un modelo que ha destruido todo”. De hecho, el fin del petróleo permitirá reducir las emisiones de dióxido de carbono y así resolver el problema del calentamiento global, salvo si lo sustituimos por el carbón. Pondrá fin al despilfarro crónico que caracterizó la sociedad desde hace un siglo. La absurda moda de los 4×4 en las ciudades es un ejemplo entre otros de nuestro consumo irracional.

Se trata de un gran desafío al nivel científico, técnico, político, democrático y de la vida cotidiana. Necesita una visión de conjunto, que alcanza cada aspecto de la sociedad, para que el cambio sea posible y para seguir viviendo con menos recursos y eso se extrapola a varios aspectos de la vida. Por ejemplo, al nivel de las viviendas, deberíamos construir “edificios de energía positiva”, es decir que producen más energía de la que consumen para funcionar.

Las políticas urbanas y de ordenación del territorio necesitan cambios profundos. En 30 años, la distancia media recorrida en auto desde el domicilio hasta el trabajo fue multiplicada por tres, cifra que puede ser mucho más alta según las fuentes y los lugares. Es importante concebir ciudades donde los lugares de trabajo, de distracciones y las viviendas están más cercanos, con el fin de disminuir el consumo energético.

AGRICULTURA Y TRANSPORTES

La agricultura y la alimentación necesitan también una visión radicalmente diferente. Ya no se puede utilizar tantos abonos químicos o pesticidas en la producción agrícola, puesto que provienen del petróleo y provocaron daños considerables a nivel medioambiental. Ya no se puede utilizar tantas máquinas para sembrar campos inmensos, consumiendo nafta sin límites. Parece urgente desarrollar una agricultura ecológica u orgánica, es decir sostenible, que utiliza de manera óptima los recursos naturales y que funcione a más pequeña escala. Más personas deberían ser empleadas en el campo, para compensar la utilización reducida de máquinas. Es necesario también renunciar al hecho de consumir productos que recorrieron miles de kilómetros antes de llegar en nuestro país, y comprar productos locales.

Los medios de transportes son un sector clave del cambio, ya que son totalmente dependientes del petróleo. Se puede tomar muchas medidas en este ámbito, con el fin de anticipar la situación futura: desarrollar los transportes públicos, alentar los viajes compartidos en auto (ver www.carpooling.cl), disuadir la gente de utilizar el auto, ya sea gravando la utilización de los demasiado contaminantes o la utilización no justificada de los 4×4, alentar el teletrabajo y reducir así los desplazamientos entre la casa y el lugar del empleo.

En el ámbito aeronáutico, parece absurdo construir nuevos aeropuertos, ya que el tráfico aéreo debería bajar. Los biocombustibles constituyen la única alternativa ahora, pero tienen límites, como hemos visto. Pero Alejandro Flores, de LAN Airlines, es optimista: “En el futuro, habrá otro combustible”. Sin embargo, reconoce que “la mirada de LAN es más a corto plazo”. De hecho, señala que “mientras exista combustible y se haga más caro, LAN ocupa herramientas financieras para ‘asegurar’ el precio del barril y fijarlo en plazos de un año”, es decir que “apuesta a cierto precio y lo compra para todo un año a ese precio fijo, arriesgándose a que luego el precio caiga, pero en el mayor de los casos el precio siempre aumenta”. También, la aerolínea intenta ahorrar combustible, “desde las operaciones en tierra hasta pleno vuelo, pasando por el servicio al pasajero”.

EL ROL DE LOS CIUDADANOS

Al nivel mundial, existe una red llamada comunidades de transición, para hacer frente a los desafíos del cenit petrolero y del cambio climático. Se trata de un movimiento popularizado por el inglés Rob Hopkins en 2006, en la ciudad de Totnes (Inglaterra). Ya cuenta con miembros en todo el mundo. El objetivo es dotar de control a las comunidades, con la reconstrucción de la economía y de la vida al nivel local. Los promotores de esta idea subrayan que no es un proyecto hippie, sino una solución coherente, democrática y local, frente a los desafíos globales.

Concretamente, se trata de alentar el consumo de productos locales y del tiempo, de compartir huertos en la ciudad para producir comida (lo que refuerza las relaciones sociales), de alentar el uso de la bicicleta, del transporte público, el reciclaje, el abono con compost, de prohibir las bolsas de plástico. En varias ciudades en “transición”, una moneda local fue creada, paralela a la divisa nacional y canjeable en tiendas locales, para conservar la plata y potenciar el consumo al nivel de la ciudad. La idea principal es desarrollar la resiliencia local, es decir la capacidad de las comunidades de soportar perturbaciones exteriores, como el fin del petróleo en el mundo.

Así, parece claro que estos desafíos son una gran oportunidad para la humanidad. Como Sara Larraín lo plantea, “el ser humano va a reconectarse con la planeta, gracias a estos nuevos valores que van a regir el conjunto de la vida social”. Una vida con menos energía no es sinónimo de decadencia, sino que puede constituir un progreso tanto para la humanidad como para el planeta, gracias al desarrollo de un modo de vida sostenible y local, basada en la sobriedad energética y en la calidad en lugar de la cantidad. Se trata de un cambio de paradigma, que puede permitir ser felices con menos.

Raúl Sohr, en Chile a ciegas, explica también que es una oportunidad para generar empleos cualificados en el ámbito de las energías renovables y explorar todos los recursos disponibles para “conquistar la mayor autonomía energética”. Indica que “lo bueno es que están los medios financieros para un gran impulso a las nuevas energías renovables”.

Por supuesto, una fuerte voluntad política es importante para impulsar esos cambios. Hay que romper con la negación de la situación que prevaleció hasta ahora por parte de los dirigentes, sin duda porque nadie quiere asumir la responsabilidad de anunciar que tenemos que cambiar nuestro modelo de vida de manera radical. Según Sara Larraín, “los políticos siempre fracasaron para generar otro modelo, mientras que ahora tendrán que buscar alternativas”. Sin embargo, el cambio puede venir de los ciudadanos también, como lo hemos visto con la iniciativa de las comunidades de transición.

http://www.elciudadano.cl/2012/10/06/58160/cenit-petrolero-o-el-fin-del-petroleo-crisis-o-oportunidad-para-la-humanidad/

¿Cuánto cuesta esa mujer?

Por Ángeles Espinoza para Blogs de El País de España

O planteado de otro modo, ¿son 50 millones de euros un halago o un insulto? Tal es la cantidad que Cecil Chao, un millonario de Hong Kong, ha ofrecido al hombre que logre conquistar el corazón de su hija lesbiana, según contaba la semana pasada mi compañero José Reinoso. Más allá del razonamiento que revela, la oferta, que Gigi Chao parece haberse tomado con filosofía, enraíza en la vieja tradición de la dote, aún muy extendida por ejemplo en India. Sin embargo, en China o en los países de mayoría musulmana es al revés. Los hombres tienen que pagar a sus futuras esposas, o a las familias de éstas, para casarse. En cualquier caso, son sistemas perversos que cosifican a las mujeres.

Las feministas pueden llevar un siglo luchando por la igualdad de mujeres y hombres, pero la realidad se presenta tozuda. Por mucho que se proclame que un ser humano no tiene precio, un vistazo a la prensa mundial descubre que las esposas se cotizan según el mercado.

El concepto de la dote, el dinero o los bienes que una mujer lleva al matrimonio, se funda en la concepción de ésta como miembro no productivo de la familia, que a partir de los esponsales va a trasladarse a la casa del marido, convirtiéndose así en una carga. Una buena dote la haría así más atractiva. Aunque en Occidente esa visión hace ya tiempo que quedó superada, todavía se encuentran vestigios en sectores tradicionales en los que la novia sigue aportando el ajuar.

En India, donde persiste esa práctica, sus defensores aseguran que es un medio para que la mujer reciba una parte de la herencia paterna. Sin embargo, no es ella quien la recibe sino su marido. Los periódicos locales dan cuenta de las dificultades económicas que la costumbre plantea tanto a los padres con varias hijas como a quienes carecen de recursos. Además, el retraso o la discrepancia en el pago prometido se citan con frecuencia entre las razones de la violencia contra las mujeres en el seno de su familia política.

Que las esposas tienen precio de mercado parece claro cuando se da un salto a la vecina China, donde la política de un solo hijo y la preferencia por los varones ha dejado al país escaso de mujeres. Allí en lugar de ser los padres de las chicas los que pagan para casarlas, son los pretendientes los que tienen que aflojar la cartera hasta extremos que agobian a muchas familias. Artículos periodísticos hablan de novias que cuestan 100.000 yuanes (unos 12.000 euros) en un país que el salario de un obrero apenas llega a los 1.000 yuanes mensuales.

En la tradición islámica, el mahr, o donación nupcial, es una obligación para el hombre con el objetivo de garantizar la supervivencia de la mujer si él muere o la divorcia. Se trata de una figura muy parecida a la donatio propter nuptias que el código de Justiniano introdujo en el derecho romano como compensación a la dote, y que aún se refleja en la entrega de las arras durante las bodas cristianas. Pero las buenas intenciones de la ley, se pierden a veces en su puesta en práctica. Un repaso a la situación actual saca a la luz que entre los más pobres, el mahr convierte a la mujer en una mercancía, mientras que entre los ricos se ha desbordado hasta suponer un obstáculo para la boda.

En las zonas rurales de Níger, Yemen o Afganistán, las niñas constituyen así una forma de obtener dinero ante una mala cosecha. Una hija que se entrega en matrimonio es una boca menos que alimentar y el mahr permite dar de comer al resto de la familia. En el caso más extremo, Fariba Nawa ha documentado en su libro Opium Nation (Harper Perennial, 2012) el uso de niñas-novia para pagar deudas de droga en el campo afgano.

“Las familias usan el matrimonio infantil como una alternativa, una estrategia de supervivencia ante la inseguridad alimentaria”, ha declarado Djanabou Mahonde, el responsable de protección infantil de Unicef en Níger.

En los acomodados países petroleros de la península Arábiga, se atribuye a la elevada dotación del mahr exigida por algunas familias el retraso en la edad de la boda y el aumento de los matrimonios de locales con extranjeras. Sin duda también influyen otros factores como la creciente educación de las mujeres autóctonas o el que éstas tengan más difícil casarse con forasteros. No obstante, el asunto parece lo suficientemente grave como para que las autoridades hayan tomado cartas en el asunto. En Dubái, por ejemplo, se ha fijado un mahr máximo de 50.000 dirhams (unos 1.100 euros), bajo multa de 500.000 dirhams o incluso pena de cárcel.

“Un encuesta online revela que 38% de quienes respondieron culpan del retraso en el matrimonio al excesivo coste del mahr, 32% a los padres, 7% a las chicas que se orientan hacia una carrera, y 5% a las costumbres y tradiciones que obligan a casarse entre parientes o miembros de una misma tribu”, aseguraba recientemente un miembro del Consejo Nacional Federal, la cámara consultiva de EAU.

Aunque las autoridades emiratíes insisten en que no hay estadísticas fiables, desde los medios de comunicación se promueve el ejemplo de familias que renuncian al pago nupcial o lo convierten en algo simbólico. Les preocupa sobre todo que la búsqueda de novias fuera del país termine afectando a la identidad y la cultura nacionales.

El pasado mayo, el responsable de los tribunales de Dubái rindió tributo a una pareja que fijó el mahr en 1 dirham, la cifra más baja registrada en 2011. El asunto recibió una gran cobertura en la prensa de Emiratos. De igual modo, ahora se ha hecho eco del caso de un ciudadano del vecino Arabia Saudí que sólo ha pedido 2 riales (40 céntimos de euro) por su hija, cuando lo habitual en ese país ronda los 30.000 riales para una familia de clase media, si bien alcanza cientos de miles entre las más acaudaladas.

Son pequeños pasos que intentan adaptarse a la realidad de una nueva generación de mujeres cada vez mejor preparadas y más independientes a pesar de las limitaciones legales. Falta ahora que la sociedad las valore por ellas mismas, no por su estado civil o la familia de la que proceden. Ahora bien, que un padre te valore en 50 millones de euros tampoco está demostrado que perjudique a la autoestima.

http://www.theclinic.cl/2012/10/02/cuanto-vale-una-mujer/

¿Qué es el Mercado Social?

Por Toño Hernández (Pertenece a la cooperativa Garúa, es miembro de Ecologistas en Acción y participa en la comisión gestora del Mercado Social de Madrid)

El capitalismo se ha revelado como un sistema económico incapaz de dar satisfacción y respuesta a las necesidades de las mayorías sociales. Es un sistema que, para mantener sus tasas de ganancia y la acumulación, no duda en desmontar derechos sociales y laborales, en expropiar al conjunto de la ciudadanía de recursos colectivos ni en destruir territorios y ecosistemas.

Pero para llevar esto a la práctica, el capitalismo necesita de agentes institucionales, empresas y personas concretas que apliquen, consciente o inconscientemente, voluntaria o involuntariamente, determinados valores, prácticas y procedimientos que permitan el objetivo de la acumulación.

En el otro lado del mercado, como consumidores, también se nos impone la fuerza de la publicidad, del desconocimiento, de las economías de escala, que nos impiden encontrar alternativas con las que mitigar nuestra desazón por tener que comprar (dar nuestro dinero en definitiva) a los principales responsables del desastre, convirtiéndonos en piezas necesarias de la máquina de la destrucción.

Sabemos que existen desde hace mucho tiempo empresas, organizaciones y grupos variados que funcionan con otras lógicas: comercio justo, consumo responsable, finanzas éticas, grupos autogestionados de consumo, empresas de inserción social… que se enfrentan a grandes dificultades. La principal, tener que enfrentar sus principios en un entorno económico inmoral que apenas deja cabida para comportamientos económicos éticos.

Surge entonces la pregunta de si será posible unir todas esas prácticas en un espacio económico auto-referente que sea capaz de funcionar con cierta autonomía respecto a los mercados capitalistas. La respuesta es claramente que sí, puesto que ya hay experiencias en este sentido, pero conviene explorar las posibilidades, limitaciones y criterios que puede o debe tener ese espacio; y en concreto el llamado Mercado Social[1]que estamos construyendo en el estado español diferentes organizaciones.[2]

De donde viene el Mercado Social

Hace ya varios años, desde el cooperativismo real se vienen planteando reflexiones sobre la necesaria inter-cooperación y sobre la conveniencia de desarrollar redes económicas que trasciendan la “pequeñez” de los proyectos individuales:

“Las cooperativas, en concreto, y las empresas sociales, en general, están abocadas a inter-cooperar entre ellas, creando redes de producción y creando una franja de consumidores intermedios y finales fieles, si no quieren caer en la sobreexplotación, la marginalidad, o siendo satélites (llegando a ser franquicias de las transnacionales, por ejemplo) o, bien, asimiladas, explícita o tácitamente, a la empresa capitalista”.[3]

Particularmente desde REAS (Red de Economía Alternativa y Solidaria)[4], aunque no sólo, se van diseñando propuestas en ese sentido tanto desde las diferentes secciones territoriales como de forma coordinada, que van dando resultados diversos aunque sinérgicos.

En el ámbito de Madrid[5], se produce en 2010 una confluencia entre diversas entidades: redes cooperativas como La Madeja, La Traviesa y REAS Madrid; medios de comunicación como Diagonal y ConsumaResponsabilidad; entidades de finanzas éticas como Fiare y Coop57; centros sociales como El Patio Maravillas y La Piluka; o personas a título individual que participan en movimientos sociales.

Existía la conciencia clara de que todas esas experiencias, dispersas las unas de la otras, difícilmente podrían presentar una propuesta alternativa real. Era necesario que esas organizaciones tomaran conciencia de sus diferencias con la economía capitalista. Necesitábamos conocernos y reconocernos entre nosotras como afines en nuestros valores, principios y en nuestra crítica al modelo económico actual, aunque diversas y diferentes en nuestras prácticas. Y para todo eso, resultaba imprescindible ponernos en relación.

En ese proceso se van respondiendo a las preguntas, inquietudes y deseos iniciales que nos hacíamos: ¿Qué pasaría si todas las pequeñas iniciativas que van en esa línea empezaran a coordinarse y organizarse en redes? ¿Qué pasaría si juntáramos recursos y esfuerzos para crecer y fortalecernos? ¿Qué pasaría si fuéramos capaces de construir un circuito económico único, compartido y coherente con esos valores que compartimos?

La respuesta a la que llegamos fue que podríamos tener un mercado alternativo.

Un mercado con valores y prácticas radicalmente diferentes

Conviene referirnos a algunas características de la empresa o del “homo economicus” capitalista que nos resultan esencialmente rechazables, y de los necesarios contravalores positivos cuando hablamos de construir una economía alternativa.

Tenemos en primer lugar el egoísmo. Ya sea individual o corporativo es el principal mito capitalista inoculado en la conciencia social para justificar la competencia, la lucha a muerte con las otras empresas, que el pez grande (mas eficiente) se coma al más chico, para justificar en definitiva un mercado lleno de cadáveres en el que sólo sobrevive el más fuerte y poderoso.

Un Mercado Social alternativo al capitalismo debe rechazar de plano este criterio y sustituirlo por la cooperación, una estrategia que ha sido mucho más importante a lo largo de la historia, tanto para el desarrollo de la vida como de la propia especie humana. Cooperación que no significa ignorar las diferencias, la necesidad de aumentar la eficiencia, de mejorar productividades, de premiar de alguna manera a quienes mejor hacen las cosas. Pero que significa sobre todo ayudar, esperar y empujar a quien va más lento y tiene más dificultades.

Estrategias (compartir, complementar, repartir trabajo…) que ya se utilizan, utilizamos, en redes de empresas cooperativas, que no siempre es fácil aplicar y menos en contextos de crisis y actuando dentro del mercado capitalista, pero que sin duda están dando mejores resultados que el ir cada cual por su lado.

Un segundo elemento es el afán de lucro; el enriquecimiento personal y la acumulación se nos presentan como el gran motor o aliciente para hacer crecer la economía, la riqueza y el bienestar. Sin embargo lo que realmente ha conseguido es la concentración de la riqueza y el poder, la expropiación a la mayoría de los instrumentos básicos para la supervivencia, unas desigualdades sociales de magnitud nunca vistas en la historia.

Frente a esto es posible situar, también hay ejemplos, modelos basados en los beneficios limitados, en la dedicación de los excedentes a otros menesteres (no hablamos del lavado de imagen corporativo de algunas fundaciones), de la auto-contención personal y empresarial buscando un equilibrio entre la viabilidad económica y una buena vida.

Como tercer punto tenemos que una empresa capitalista, y un gestor de la misma, solo debe mirar la cuenta de resultados, el “bien” de los accionistas; no puede ni debe hacer otra cosa, es un ente supuestamente amoral. Pero lo que eso oculta es la inmoralidad manifiesta en el hecho de no preocuparnos por las consecuencias de nuestras acciones.

A una empresa de la economía solidaria le preocupan las personas: los trabajadores propios y las personas que se ven afectadas por su actividad económica. Le preocupa el entorno natural y social en que se desenvuelve o al que afecta, y se pregunta o cuestiona como devolver, restituir o mejorar lo que ese entorno proporciona para el funcionamiento de la empresa. Ésta no existe en el “vacío”, vive en un territorio, en un contexto y en un tiempo que debe ser tenido en consideración.

En cuarto lugar, observamos que la opacidad y el secretismo devienen en condiciones necesarias para la empresa capitalista. Conocimiento privado para presionar, especular o corromper, es lo que da ventaja en la loca carrera por destruir a los demás. Opacidad que hace de la ciudadanía y las personas trabajadoras sujetos pasivos e ignorantes del funcionamiento económico, de la toma de decisiones, del porvenir de sus empleos.

La transparencia se convierte en una de las necesidades básicas para otro modelo económico: en las diferentes condiciones salariales, en las laborales, en las cuentas, en los objetivos. Las empresas tienen que dejar de ser “cajas negras” en la medida en que actúan e inciden sobre nuestra vida, nuestro entorno y nuestro futuro.

Hay que romper el mito del “laissez faire”, de la “mano invisible” que oculta inmensas desigualdades en el acceso a la información y al poder, que habla de mercados impersonales inexistentes. Hay que extender la luz a un mercado social que estará compuesto de rostros y territorios concretos y conocidos.

Por último es inconcebible una empresa capitalista sin una estructura vertical y antidemocrática de mando. Mandar y decidir. Callar y obedecer. No pensar, no decidir sobre el sentido de nuestro trabajo, de la actividad de nuestra empresa. Cobrar y callar. Callar y trabajar. Trabajar auto-destruyéndonos y destruyendo el entorno.

Empresas con relaciones jerárquicas así no pueden servir para vivir de otra manera, para tener otra economía. No se trata de eliminar cierta especialización, de entender los diferentes roles, de negar la división en el trabajo. Se trata de participación, de poder relacionarse en igualdad de condiciones, de poder conocer y opinar sobre el rumbo y las características de la empresa. Y no sólo de la “nuestra”, sino de todas las que repercuten sobre nuestras vidas.

¿Qué es el Mercado Social?

Decíamos al principio que, existir, existen numerosas entidades que cumplen muchos o algunos de los contravalores explicitados más arriba. También existen desde hace años redes que relacionan a muchas de ellas en un nivel más bien de coordinación política.[6]

La “novedad” del Mercado Social es pretender extender esta relación al ámbito económico y comercial, ampliando alianzas intersectoriales, e introduciendo a los consumidores como actores del proceso de regulación económica. Definimos este espacio económico como “una red estable de producción, distribución, financiación y consumo de bienes y servicios y de aprendizaje común que funciona con criterios éticos, democráticos, ecológicos y solidarios, constituida tanto por empresas y organizaciones sociales y solidarias, como por consumidores/as individuales y colectivos”.

Esta red nos debería permitir cubrir una parte significativa de nuestras necesidades socioeconómicas, “desconectarnos” en un grado creciente de la economía dominante y experimentar nuevas formas de producir, consumir, invertir y vivir cualitativamente mejores. En la medida que seamos capaces de conformar esta red común, potenciaremos nuestras posibilidades de transformar la realidad socioeconómica.

Vemos por tanto, que supone algo más que una simple suma de añadidos empresariales (comercio justo, finanzas éticas..) que buscara convertirse en un simple escaparate o “tienda” donde colocar productos que atraigan a algunos consumidores concienciados. Aunque no conviene menospreciar este riesgo, nuestro objetivo es construir un movimiento social en el ámbito económico con una clara perspectiva rupturista.

Es un reto, un gran reto. Somos conscientes de la dificultad de construir algo así, inmersos como estamos y sin posibilidad de evitarlo, dentro del mercado capitalista. Pero también sabemos que la burguesía se gestó y convivió con el orden anterior hasta hacerse hegemónica. Creemos que, igual que hay que disputar la hegemonía política, hay que disputar la hegemonía económica, con modestia, sin contraponer acciones en distintos ámbitos e incluso sin contraponer “per se” estrategias diversas de actuación a corto, medio y largo plazo. Mucho más en una situación de crisis y desmantelamiento de los servicios públicos como la actual, en la que resulta imprescindible dar respuesta a las necesidades cotidianas; será mejor intentarlo desde otras lógicas económicas.

Es necesario caminar en otra dirección y para ello el Mercado Social se plantea unos objetivos no demasiado complicados, basados en la idea del apoyo mutuo:

• Cada componente de la red se compromete a consumir el máximo dentro de ésta.

• Cada componente de la red se compromete a producir el máximo para ésta.

• Cada componente de la red contribuye a crear otras iniciativas vinculadas a ésta, depositando ahorros y excedentes en instrumentos financieros de la red.

Poner en marcha estas sencillas reglas resulta más difícil y lento de lo deseable. Exige romper cierta inercia y comodidad a la que estamos acostumbrados. A las personas y organizaciones nos cuesta variar los hábitos cotidianos de funcionamiento. Es más, requiere incorporar nuevos conceptos mentales en nuestro actos actos económicos cotidianos que suponen complejizar los mecanismos de elección que ahora se basan mayoritariamente en el precio y en una vistosa presentación. Cambiar las rutinas y escoger nuevos proveedores, puede llegar a requerir cambios organizacionales y sobre todo necesita, al menos al principio, de una mayor voluntad, compromiso y esfuerzo que la simple asunción teórica de querer cambiar el mundo.

Herramientas para la construcción del Mercado Social

Relacionado con esto, se plantea uno de los problemas mas interesantes a resolver por un mercado alternativo extenso: ¿cómo garantizar que las empresas cumplen criterios no capitalistas?¿como puede un/a consumidor/a saber que no está comprando a una empresa cualquiera?.

La pieza clave para construir este Mercado de la Economía Social es disponer de una herramienta de análisis, de auditoría o de certificación que permita evaluar, a través de de una serie de indicadores, la adecuación de los principios con las prácticas reales. Todo esto entendido como un proceso flexible, asumiendo que no es posible cumplir todos los criterios planteados y que, por tanto, deben primar objetivos de mejora y cambio en los diferentes aspectos evaluados.

Este tipo de asuntos ha sido resuelto en el mercado convencional con los sellos, marcas de calidad y mecanismos similares, que suelen estar avalados por un organismo certificador. Aunque la idea puede ser parecida, desde el Mercado Social apostamos por una garantía “integral” que no deje espacio a “lavados de imagen” con actuaciones puntuales que esconden prácticas cotidianas vergonzosas.

Apostamos por un Sistema de Certificación que sea resultado de un proceso deliberativo, democrático y participado por las organizaciones y empresas proveedoras y por las personas y grupos consumidores. Un sistema de certificación que mida las aportaciones sociales de cada entidad y que también ayude a detectar las carencias y a formular objetivos de mejora; y que ayude a difundir con claridad la responsabilidad y el compromiso que asumen las entidades del mercado social.

En esto ya hay acumulada bastante experiencia como para que resulte algo relativamente sencillo: el cuestionario de entrada a Coop57[7], el Balance Social de la Xarxa de Economía Solidaria de Cataluña[8], los procesos de Certificación Participativa en agroecología, la Matriz del Bien Común[9], son ejemplos de que es posible establecer sistemas de garantía y control que no estén en manos exclusivas de burócratas o lobbys empresariales.

La clave es la participación abierta y rotativa del mayor número de personas y entidades, aspecto que por otra parte daría respuesta a la gran carencia democrática de la empresa y economía capitalista. En este sentido la participación en las comisiones que se han formado o se formen en el futuro, estará abierta en todo momento para las personas y entidades que formen parte del Mercado Social. Igualmente se realizará una asamblea anual en la que se decidirán los aspectos más estratégicos de todo el proyecto.

Explorando con monedas complementarias

El otro gran paso que tiene que dar una propuesta de este tipo se refiere al control de la masa y los flujos monetarios; ¿es posible crear un mercado alternativo sin una moneda propia, sin depender de los vaivenes de la especulación financiera?. Es decir ¿es posible “independizarse” del euro?.

Obviamente esto es mucho más complicado que lo anterior y en este sentido no caemos en la ingenuidad. Diseñar o crear sistemas financieros extensos excede nuestras capacidades actuales y ni siquiera sabemos si sería ese el objetivo.

Lo que si sabemos es de la existencia de muchos modelos de monedas complementarias que están funcionando en entornos variados[10]y que conviviendo con la moneda oficial, están posibilitando ciertos grados de autonomía monetaria y una menor exposición a los riesgos de la economía especulativa.

En estos sistemas, la “creación” de la moneda se realiza en el momento en que se produce una transacción comercial y una de las partes adquiere una deuda. Si A compra un producto o servicio a B, éste tendrá un saldo x positivo y A tendrá ese mismo saldo x pero negativo. Lógicamente hace falta que exista una gran confianza entre los participantes y que la posibilidad de tener saldos negativos esté bastante controlada. Pero en el fondo -recordemos que la moneda representa una deuda del emisor-, no deja de funcionar como la moneda oficial: es necesario que exista confianza, solo que en vez de confiar en el banco central que emite la moneda, se hace en las personas que conforman la red y en la capacidad de ésta para limitar o absorber posibles disfuncionalidades a través de distintos procedimientos y limitaciones.

Luego, las diferentes redes territoriales de confianza se relacionan entre sí, estableciendo entre ellas acuerdos, intercambios y flujos monetarios que permiten extender las posibilidades más allá de la propia red a la que se pertenece.

Por tanto, también nos planteamos caminar por esa senda, con prudencia. De hecho, en estos momentos, sólo el Mercado Social de Madrid[11]se ha lanzado a experimentar con una moneda propia. Tenemos dudas de lo que esto significará, pero sí la voluntad de que dicha moneda sólo juegue el papel de medio de intercambio, eliminando la posibilidad de que actúe como depósito de valor o riqueza ya que su acumulación no generará intereses, no será convertible a euros salvo excepciones, y por tanto sólo tendrá sentido circularla lo más posible.

Aspiramos a un aumento paulatino de los intercambios sólo en moneda social, pero de momento la convivencia y paridad con el euro se hace inevitable (quizá incluso deseable), y hasta cierto punto “ancla” y crea una gran dependencia respecto a las fluctuaciones del euro. No obstante, y viendo que esa dependencia sería absoluta sin la moneda social, creemos interesante conseguir cotas de autonomía por muy pequeñas que sean, ya que además nos permite aprender, experimentar y democratizar las dinámicas que se generan en los mercados con la moneda que se pone en circulación.

Uno de los elementos más novedosos que incorpora nuestro sistema respecto a los utilizados en otras redes de intercambio, es la idea de aplicar, con cada compra, una bonificación en moneda social a los consumidores. Para los proveedores es como hacer un descuento que, cuando se ha recibido el pago en euros, “traslada” moneda del circuito oficial al alternativo.

Esto nos sirve para reforzar la autonomía del circuito, para alentar las operaciones dentro del mercado social y para generar flujos que permitan extender la operativa del sistema y emprender nuevos proyectos económicos que respondan a necesidades no cubiertas dentro del mercado social.

Esa bonificación o descuento en moneda social (que se parece mucho a los programas de fidelización de clientes que tienen algunas grandes empresas), junto a la coexistencia con el euro, permite la incorporación paulatina al mercado social de empresas que están totalmente inmersas en el mercado ordinario; se hace más sencillo convivir de forma no traumática con otras expresiones económicas menos formales que encuentran en el mercado y moneda social una forma de acceder a espacios económicos más amables, o simplemente posibles, por regirse de otros criterios y tener menos exigencias formales innecesarias.

Aunque hemos hablado de otras opciones a futuro, sólo nos planteamos la existencia virtual de la moneda[12], utilizando de momento para su registro aplicaciones informáticas ya existentes a nivel mundial por muchas redes de intercambio[13]. No obstante, y replicando la experiencia de las Ecoxarxas, estamos promoviendo Ferias puntuales en las que ponemos en circulación moneda social física sólo válida para ese día. El objetivo es principalmente divulgativo: puede parecer absurdo tener que cambiar euros por moneda social para realizar una compra en la Feria, pero se trata de informar y educar sobre otras lógicas, además de promover la participación de cada vez más gente y entidades en un proyecto de economía colectivo. Sin esta labor divulgativa estas Ferias o mercadillos no serían muy diferentes de los que se realizan en la actualidad. Tampoco descartamos a medio plazo encontrar formas de vincular los intercambios en las Ferias con la dinámica cotidiana de la moneda social.

Para garantizar la “legalidad” de todas las actividades se está creando una cooperativa de servicios de la que formen parte las redes territoriales, algunas cooperativas transversales de ámbito estatal y algunas organizaciones sociales estatales. El modelo legal cooperativo permite muchas posibilidades para integrar también a las personas individuales en actividades económicas que se realicen dentro del ámbito de la cooperativa.

Lo deseable es posible, si lo intentamos

Nuestro sistema económico hace aguas por todas partes y se está llevando por delante muchos derechos, muchos servicios públicos y a muchas personas. Reconociendo como imprescindible la lucha y la resistencia frontal contra todas estas medidas, creemos que también es necesario, de forma complementaria y no antagónica, ir plasmando propuesta prácticas que ayuden a solventar las situaciones cotidianas.

Aunque ya se venían practicando desde hace tiempo, al calor del 15M se ha creado una “ambiente” mucho más favorable para extender otras formas de lucha y de estrategias en aras a conseguir una nueva hegemonía social, política y económica.

Creemos que no podemos dejar el terreno de la construcción económica solamente en manos de empresarios o “emprendedores” que responden a la lógica capitalista. Ante una economía entrópica que disgrega las habilidades, los afectos, la naturaleza y la comunidad, podemos y debemos promover el reagrupamiento de las ingentes “partículas” críticas, para posibilitar la creación de nuevos órdenes económicos y no tener que enfrentarnos individualmente al injusto mercado capitalista.

Pensar nuevas formas de resistencia y construcción económica se convierte en una obligación para no seguir dejando en manos de una élite peligrosa los inmensos recursos generados por los y las trabajadoras. Hay que añadir nuevas fórmulas a las ya existentes en las luchas y estrategias por el poder. No se trata de que todo el mundo dedique sus esfuerzos a esta tarea, pero si que, con pequeños cambios en las costumbres, se promueva y facilite la consolidación de otros espacios de radicalidad económica.

Lo que estamos planteando no es nada novedoso. Se hizo en nuestro país, durante la República por el movimiento cooperativista y por otros sectores sindicales; lo han hecho los movimientos sociales de Latinoamérica posibilitando su hegemonía política tras las recetas neoliberales que destruyeron sus países; lo hacen, en otras coordenadas ideológicas, los movimientos islamistas en su estrategia por alcanzar el poder, con muy buenos resultados.

Aunque con poco recorrido temporal, en nuestro país ya hay cientos de empresas e iniciativas económicas y decenas de miles de personas participando en la construcción de proyectos como el nuestro.

No tenemos la seguridad de en que puede acabar todo esto. Todo proyecto tiene sus riesgos y seguramente muchos más si se hace en el ámbito económico, teniendo que confrontar con unas prácticas y unas dinámicas que se han demostrado altamente inteligentes, resistentes y con capacidad de adaptación y asimilación de casi todo lo contestatario.

Pero en definitiva como en cualquier proyecto, lo importante es tener bien definido los objetivos y la dirección. Luego nos hace falta inteligencia, flexibilidad y bien hacer, pero sobre todo ilusión y ganas para realizar los esfuerzos, individuales y colectivos, que supone avanzar por caminos no trillados. Es de esto último de lo que más necesitamos las personas, organizaciones y movimientos sociales que queremos construir un mundo mejor.

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[1]Se puede ver la extensión actual (fase inicial), y potencialidad del proyecto, por las entidades implicadas, en http://www.konsumoresponsable.coop/mercado-social

[2]Existen otras experiencias (ecoxarxas, cooperativas integrales…) que comparten la mayoría de principios y criterios pero que organizativamente se están estructurando de otras maneras, respondiendo a otras realidades o maneras de plantear las redes. En ocasiones, las mismas personas y entidades participan en varios de los proyectos. Nos parece muy necesario explorar vías diferentes.

[3]“Objetivo: mercado social”. Jordi García. 2009

[4]http://www.economiasolidaria.org/

[5]Este artículo se basa sobre todo en la experiencia en esta Comunidad, que es en la que ha participado el autor para promover el Mercado Social. Mencionar especialmente a Sandra Salsón y Fernando Sabín sus aportaciones.

[6]REAS, redes agroecológicas, redes cooperativas sectoriales, AERESS…

[7]http://www.coop57.coop

[8]http://www.xes.cat/pages/mscas.htm

[9]http://economia-del-bien-comun.org/

[10]Algunos referentes son el Banco Palmas de Fortaleza, en Ceará, norte de Brasil, las Ithaca Hours en el estado de Nueva York, la red de Berkshires promovido por el instituto Schumacker, o Chiemgauer en Alemania, entre otros. Ver también: http://www.regiogeld.de/uploads/media/Herrmann2006_CdI-MR-CdT.pdf

[11]http://www.konsumoresponsable.coop/mercado-social-madrid/como-funciona-la-moneda-social

[12]La experiencia de Argentina tras el “corralito” trajo una explosión de monedas complementarias que llegó a aglutinar a millones de personas y poner en cuestión la necesidad de la moneda oficial. El que esas monedas se emitieran en papel posibilitó la falsificación masiva desde sectores del poder y la quiebra de muchas iniciativas.

[13]En la web del “Community Exchange System” existen registradas más de 400 redes, de las que 60 corresponden a España. Aunque es verdad que los niveles de incidencia son muy diferentes, en Cataluña se calcula que hay más de 10.000 personas participando en las Ecoxarxas, con poco más de dos años de funcionamiento.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=156923

Frente a la crisis en Europa ¿ni el modelo ‘progresista’ francés ni el ‘ultraliberal’ español sirven?

por BBC Mundo

Las cuentas fiscales no cierran, los mercados financieros prestan a tasas exorbitantes y la llamda Troika (la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, FMI) exige ajustes a cambio de sus préstamos.

Con este panorama de fondo, la austeridad parece inevitable para muchos países de la eurozona. La pregunta es si se puede distinguir entre un ajuste de derecha y otro de izquierda, entre un modelo que reparta las cargas de los recortes y otro que las haga recaer en los que tienen menor influencia en las políticas públicas: excluidos, pobres y clases medias.

En la última semana dos modelos de presupuesto con ajuste han presentado siluetas definidas y contrastantes.

En Francia, el gobierno ha basado su ajuste en un aumento impositivo de los más ricos para recortar el déficit del 4,5% al 3%.

El famoso impuesto del 75% por dos años a las riquezas por encima del millón de euros es el símbolo más claro de este ajuste de izquierda.

El caso opuesto es España, donde el gobierno anunció la semana pasada un congelamiento del salario público y una disminución del 8,9 % en el gasto ministerial para reducir el déficit fiscal del proyectado 6,3 % de este año al 4,5% el año próximo.

«Se puede decir que un ajuste que se concentra en los impuestos de los que más tienen más que en la reducción del gasto fiscal es de izquierda, mientras que a la inversa es de derecha. Al proteger el gasto, se protege la demanda del conjunto de la sociedad, que es esencial para el crecimiento, y los servicios que presta el estado usados por las mayorías», le dijo a BBC Mundo el economista James Meadaway, de la New Economic Foundation.

Igualdad, fraternidad y libertad

La cultura política francesa, con los principios de su revolución muy arraigados, favoreció la propuesta del presidente François Hollande.

El nuevo presupuesto intenta equilibrar las cuentas con una recaudación adicional de unos 20.000 millones de euros y un ahorro en gastos administrativos de 10.000 millones.

La clave de su matriz progresista es que en lugar de basarse en impuestos regresivos como el impuesto al consumo (IVA), que afecta a toda la población sin tomar en cuenta sus ingresos, se basa en un aumento de las contribuciones de las grandes corporaciones (10.000 millones) y de las personas con más ingresos (también 10.000 millones).

Unos 50.000 contribuyentes, que ganan más de 150.000 euros por año, pagarán un 45%. El polémico impuesto del 75% para los que ganen más de un millón de euros afectará a unas 5.000 personas.

Según el primer ministro Jean-Marc Ayrault, nueve de cada diez ciudadanos franceses no pagarán más tributos en este intento de equilibrar las cuentas fiscales.

Los críticos sostienen que estas medidas son contraproducentes para la economía, porque los ricos terminarán migrando a países con regímenes fiscales más favorables o evadirán los pagos con una aceitadísima maquinaria de contadores y paraísos fiscales.

«El problema de la migración ha sido totalmente exagerado. Globalización o no, la gente tiene raíces en un lugar, trabajo, hogar, familias; no se cambia país así nomás. El tema de la evasión fiscal es cierto, pero afecta a toda Europa y se puede combatir con un mayor control», le comentó a BBC Mundo Meadaway.

Profundizando el recorte

Con la soga al cuello, España es el caso opuesto de Francia. El presupuesto de 2013 del gobierno de Mariano Rajoy es su quinto ajuste en nueve meses.

El gobierno se ha comprometido a una reducción del gasto equivalente a unos US$50.000 millones y un aumento del IVA y de otros tributos generales (incluido un 20% a la lotería) para recaudar unos US$20.000 millones.

Según el gobierno, se trata de un presupuesto equilibrado que se basa en un 58% de la reducción del gasto y un 42% del incremento de los ingresos (mayor carga impositiva).

El argumento es polémico y deja de lado los cuatro ajustes previos, pero no es el problema más grave.

La proyección gubernamental es que la economía disminuirá un 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) este año y un 0,5% para 2013.

Según Henning Meyer, economista de la London School of Economics, esta falta de crecimiento es el talón de aquiles de los ajustes.

«Si la economía no crece, si se reduce contínuamente la demanda con despidos y congelamientos de salarios y reducciones, la recaudación va a caer y el gasto va a aumentar por las partidas dedicadas al desempleo», le dijo Meyer a BBC Mundo.

El problema -opinan muchos analistas- es la austeridad misma, sea de derecha o de izquierda.

La austeridad y el Titanic

El Plan A (Austeridad) de la eurozona parece hacer agua por todos lados.

Grecia se ha hundido en una depresión económica; España, Italia y Portugal tienen crecimiento negativo, y la zona en su conjunto avanza a pasos acelerados hacia una nueva recesión, la segunda en tres años.

«El problema económico es cómo reducir la relación entre el tamaño de la economía y su deuda. Si la economía crece, esto es posible. Si se contrae, la deuda se vuelve más onerosa», explicó Meyer.

En los cinco años de gobierno de Nicolas Sarkozy, que atravesó el vendaval financiero de 2007-2008, la economía francesa estuvo en recesión o se estancó y su deuda pasó del 64% del PIB al 91%.

Algunos analistas creen que tarde o temprano la reestructuración de la deuda será inevitable.

Y es que la austeridad encierra una paradoja: buena parte de los ahorros y de los aumentos impositivos sirven para pagar los intereses de lo adeudado.

En España, los gastos de la deuda consumirán un 75% del ajuste que se ejecutará en 2013. En Francia, el cálculo es que los ahorros se dedicarán por entero a pagar intereses, equivalentes a unos 46.000 millones de euros.

«Si no hay un retorno rápido al crecimiento económico, habrá una reestructuración. Esto ya ha pasado con Grecia, pero no a un nivel suficiente. Y una reestructuración impactará mucho a los acreedores, en su mayoría bancos europeos que ya son muy frágiles», le dijo a BBC Mundo James Meadaway.

Si la economía no vuelve a crecer y la protesta social se profundiza, la eurozona se asemejará cada vez más a un Titanic con los témpanos de su destrucción a la vista sin que nadie atine a un cambio de rumbo.

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/10/121001_troika_exige_ajustes_derecha_izquierda_dl.shtml

Asamblea Ciudadana de Magallanes reitera sus demandas y propuestas

Asamblea Ciudadana de Magallanes presentó en conferencia de prensa en Punta Arenas, sus demandas y principales propuestas. Este es el texto completo de la declaración de la ACM.

La Asamblea Ciudadana de Magallanes comunica a la opinión pública:

Este cuerpo colegiado compuesto por organizaciones de base de la sociedad civil de la región, se ha mantenido alerta analizando los avances sobre los principales problemas y aspiraciones de los magallánicos.

Cumplimos con una etapa en la que, en conjunto con la ciudadanía de nuestra región, rechazamos el alza del gas propuesta por el Gobierno del Presidente Piñera en diciembre de 2010. En forma posterior rechazamos el proyecto de ley presentado por el ejecutivo al Parlamento sobre la tarificación del Gas y la energía para Magallanes, el que dista con creces de representar las propuestas y necesidades de los habitantes de la región, su lógica mercantilista y por contener disposiciones que posibilitan la privatización encubierta de la Enap.

Como Asamblea Ciudadana de Magallanes luego de un proceso de consulta y participación con las diferentes organizaciones que nos integran, elaboramos y presentamos en marzo de este año al Gobierno demandas y necesidades expresadas por la ciudadanía organizada, sin que se haya avanzado en los puntos allí planteados.

Ante el cambio de Intendente Regional y con vistas a retomar una agenda de trabajo que fructifique en resultados concretos, el lunes 1 de octubre fuimos recibidos por la primera autoridad política de la región, señalando a este respecto que al mismo tiempo que valoramos positivamente ésta reunión, consideramos oportuno señalar lo siguiente:

Sentimos que debemos seguir adelante e insistir sobre lo planteado, ya que allí se contemplan los puntos más urgentes que dicen relación con el desarrollo económico y social para la Región de Magallanes.

La Asamblea Ciudadana de Magallanes comparte la preocupación de todos los sectores de la sociedad magallánica frente al futuro de nuestra matriz energética y por las perspectivas inciertas que se manifiestan en el suministro de combustibles para la región.

Nos preocupa el futuro de la Empresa Nacional del Petróleo, en especial en Magallanes, toda vez que la empresa no recibe del Estado el impulso y los recursos suficientes para potenciar y fortalecer sus capacidades y su rol de exploración, exploración, comercialización y comercialización de hidrocarburos en el país.

La Asamblea Ciudadana de Magallanes –fiel a una mirada geopolítica y de soberanía energética- reitera la propuesta de avanzar hacia la transformación de ENAP en una Empresa Nacional de Energías, que se haga cargo de la distribución y comercialización del gas natural en Magallanes, evitando así que el combustible vital para nuestros hogares, escuelas e industrias pase por un intermediario costoso.

Mientras tanto, continuaremos dialogando con todas aquellas autoridades que compartan un común propósito de avanzar hacia un desarrollo sustentable para Magallanes.

Punta Arenas – Magallanes, octubre 3 de 2012.

ASAMBLEA CIUDADANA DE MAGALLANES

http://www.elciudadano.cl/2012/10/03/58060/asamblea-ciudadana-de-magallanes-reitera-sus-demandas-y-propuestas/

No se necesitan cartas, se necesitan Pierre Dubois

El día jueves 27 de septiembre, la Conferencia Episcopal de Chile emitió la carta titulada «Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile». En ella, se dedicó un capítulo completo al diagnóstico de los estados de ánimo del colectivo chileno. En particular, en el subcapítulo ‘hechos que crean malestares’, el documento aborda los síntomas de otra religión en crisis: el Neoliberalismo. Desde el foco en el crecimiento hasta la desigualdad, desde el individualismo hasta el ‘lucro desregulado’, la carta de la Iglesia más que oportuna, luce oportunista.

Hace más de tres décadas que el Neoliberalismo se volvió en la iglesia fundamentalista del poder nacional, tanto para los agentes de la dictadura como para el empresariado local. Y desde entonces también que sus efectos se han hecho sentir: en la precarización laboral, en la atomización de la sociedad, en el consumismo y el endeudamiento, en un país cada vez más desigual. Aún así, sólo a raíz del malestar en las movilizaciones sociales del 2011, es que los rectores de lo bueno y lo malo se han manifestado de manera oficial, como diciendo ‘falta nuestra palabra’. El asunto es que no falta su palabra, al menos no se necesitó para comenzar a decir ‘basta!’.

No se necesitan cartas, se necesitan Pierre Dubois

Al día siguiente de la difusión de la misiva falleció Pierre Dubois, nueve días después de una nueva conmemoración del asesinato del cura obrero Joan Alsina. Ambos representan la acción, el compromiso y la resistencia, el de los curas de la población en dictadura y el de los curas obreros, también llamados ‘curas rojos’ por los neoliberales del séptimo día, y es que asumieron un rol activo frente al descaro de la muerte, la tortura y la desaparición a manos de los católicos Pinochet y compañía.

Dubois tomó posición también frente a la imposición de una economía elitista, un modo de producción abusivo y enajenante. Su diagnóstico de la realidad de millones de chilenos no era desde la intelectualidad o de una posición superior, provenía de las conversaciones cotidianas, de los lazos directos… y sin haberlo conocido, me atrevería a aseverar que el territorio terminó evangelizándolo a él al final de sus 40 años de lucha.

Para algunos la opinión de la Iglesia en este documento ha sido valiente y desafiante, pero si alguna vez la iglesia católica tuvo algo de valor, este ha ido muriendo de a poco, junto con quienes lucharon y continuaron tomando posición, aquellos que saben que fueron viendo que no bastaba con rezar.

Pierre Dubois, hoy parecería escindido de la imagen de la iglesia que busca comandar la moral y que esta vez llegó tarde en su afán de conducir el malestar social. La crisis neoliberal no es ni la primera ni tampoco apareció de la nada, y durante los últimos 30 años sus lineamientos han sido aplicados y profundizados, primero por los Apóstoles de Chicago y luego por la Diócesis de los Renovados. Por ello, el silencio y – otras veces – la tibiedad de la iglesia católica al respecto, pareciera que coincidiera en que el Neoliberalismo es la Verdad, aunque no sea ni justo ni necesario

No tengáis miedo de criticarlo a él

La búsqueda del protagonismo no es nueva ni local. En octubre del 2011, el Vaticano se pronunció respecto de la crisis internacional y su solución fue un tecnócrata llamado a una autoridad única en materia política y la sugerencia de la creación de un banco central mundial. Y si bien la crítica al FMI fue certera, cuesta darle credibilidad al tipo de globalización propuesto por las máximas autoridades católicas, debido a que el tejido social que podría configurar tal nivel de organización fue deshecho, entre otros, por el rol corrosivo de la misma iglesia.

Recordemos que mientras la implementación del Neoliberalismo salía desde Chile al mundo, paralelamente – entre los años 1981 y 2005 – el actual Papa Benedicto XVI fue ‘Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe’ quien, mandatado por su antecesor en el Pontificado: Juan Pablo II, tuvo la labor de censurar las voces de los teologistas de la liberación, quienes desde el sur y desde abajo aplicaban y teorizaban la solidaridad en desmedro de la caridad paternalista, y realizaban un trabajo social honesto más allá de la imposición moral como giro principal de la religión.

»La justicia que no se ejerce cuando corresponde, ya es injusta»

Todas las críticas al modelo son bienvenidas. Las oportunistas, no. Si hasta el gobierno, de la mano de Andrés Pío Bernardino Chadwick Piñera (Neoliberal y Católico, UDI (Ex-MAPU), ex Verbo Divino y ex Presidente deignado de la FEUC) se alineó con la iglesia hasta los límites de la conveniencia.

En momentos en que los pilares de la ‘república’ (estado, partidos políticos, FF.AA., empresarios y las iglesias, en especial la católica) están bajo un creciente cuestionamiento, la idea no es interpelar a la institución religiosa, sino aprovechar de construir nuestra propia moral, y dejar de darle la importancia (aunque paradójicamente inspire este artículo) que hace tiempo debió perder como dueños de la moral, y quedarnos con el testimonio de la acción (u ‘obra’ como les gusta llamarlo) de personas como Mariano Puga, ‘Pepe’ Aldunate y Pierre Dubois, entre otros, quienes serán recordados por su justicia y valentía en un vínculo directo con el pueblo, por sobre su pertenencia a una iglesia lejana, moderada y por lo mismo injusta. Ya lo dijo Pierre Dubois, casi como una respuesta a la carta de Conferencia Episcopal: »la justicia que no se ejerce cuando corresponde, ya es injusta».

37° Capítulo de ECONONUESTRAS 1-oct-2012

Programa especial sobre nuestra visita a Fasinpat (Fábrica Sin Patrón), la empresa de cerámicos puesta a trabajar por sus obreros hace ya una década en Neuquén, Argentina

Para leer la bitácora del viaje a Fasinpat, haz click aquí

Litio, el «oro blanco» del Cono Sur

por BBC Mundo

Varios expertos pronostican que en unos 40 o 50 años el mundo agotará sus reservas de petróleo. Para entonces habrá que encontrar fuentes alternativas para el transporte.

Los científicos ya creen haber encontrado la solución: vehículos híbridos o eléctricos que funcionan a base de una batería de litio.

Las proyecciones más conservadoras estiman que para 2020 habrá en el mundo unos 20 millones de estos autos, aunque otros elevan esa cifra a 200 millones. Esto se suma a las baterías de litio que ya se usan en teléfonos celulares, computadoras y otros dispositivos electrónicos.

En lo que coinciden todos es en que el litio es el gran protagonista de una revolución energética.

En este contexto, muchos miran con atención hacia el Cono Sur, donde se encuentra la mayor reserva de este metal alcalino del mundo.

Bolivia, Chile y Argentina concentran más de la mitad de las 40 millones de toneladas de litio que, se estima, subyacen en el planeta, algo que llevó a la revista estadounidense Forbes a denominar a la región como la «Arabia Saudita del litio».

A pesar de que Bolivia tiene el yacimiento más grande, en el salar de Uyuni, el país que más ha explotado el litio es Chile, que tiene la segunda reserva del mundo en el salar de Atacama y es actualmente, junto con Australia, el principal productor internacional.

El potencial económico que tiene el litio ha estado en el centro de una controversia que se generó en el país transandino esta semana, luego de que el gobierno declarara inválido un proceso de licitación que le dio a una empresa privada el derecho de explotar litio en los próximos 20 años.

Muchos se oponen a la decisión del presidente Sebastián Piñera de adjudicar contratos de explotación a empresas privadas, porque consideran que un bien tan estratégico debería permanecer en manos del Estado.

Sin embargo, tanto Chile como sus vecinas Argentina y Bolivia han promovido la llegada de empresas, sobre todo extranjeras, para desarrollar este prometedor recurso.

Negocio incipiente

Más allá de las enormes perspectivas futuras, en la actualidad la explotación de litio en el Cono Sur es un negocio que aún está «en pañales».

Bolivia todavía no extrae litio a gran escala y el gobierno de Evo Morales ha buscado crear alianzas con empresas de Francia y Japón y con el gobierno de Corea del Sur para obtener la tecnología necesaria para la extracción, sin ceder la soberanía del país sobre este bien tan preciado.

Según el experto boliviano en litio Oscar Ballivián Chávez, el gran problema que tiene Bolivia es que el litio de su salar está muy mezclado con magnesio y se necesitan insumos caros para poder separarlos.

Así, a pesar de contar con reservas estimadas en nueve millones de toneladas –las más grandes del mundo-, el país tiene grandes desafíos a la hora de extraer el metal.

Argentina, en cambio, se beneficia de tener un litio más puro en sus yacimientos del noroeste del país, ya que la presencia de magnesio es menor.

En la actualidad, este país tiene un solo yacimiento en funcionamiento: el salar del Hombre Muerto en la provincia de Catamarca, que es explotado por una empresa estadounidense.

Pero en los próximos años se prevé una verdadera explosión, con la apertura de nuevos proyectos en las vecinas provincias de Salta y Jujuy.

En septiembre, la automotriz japonesa Toyota anunció la compra del 25% de un yacimiento de litio en el salar de Olaroz, en Jujuy, que será explotado junto con la minera australiana Orocobre y el gobierno de esa provincia.

Hoy Argentina (que tiene reservas estimadas en unas seis millones de toneladas) produce y exporta 15.000 toneladas de carbonato de litio, una cifra que el gobierno de Cristina Fernández espera multiplicar en los próximos años.

En Chile, la producción actual de litio (unas 59.000 toneladas) es extraída por las dos empresas que hasta ahora tenían la exclusividad del mercado: Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), de capitales nacionales, y Sociedad Chilena del Litio, en manos de la estadounidense Rockwood.

Si prosperan los planes del gobierno de otorgar contratos especiales para ampliar la explotación privada, en los próximos 20 años se prevé extraer 100.000 toneladas más, de las cerca de siete millones de toneladas que tendría como reservas.

Potencial económico

Los planes de expandir de forma exponencial la extracción de litio apuestan a un futuro en el que la demanda por este metal blando se multiplicará, a medida que el petróleo vaya desapareciendo y su precio se torne inaccesible.

En este sentido, muchos destacan el fuerte crecimiento que ya ha tenido el valor del litio, que desde 1998 aumentó en un 238%, según cálculos publicados en medios chilenos.

Sin embargo, no todos creen que este elemento, apodado «oro blanco», traerá grandes riquezas al Cono Sur.

Jaime Alée, director del proyecto Centro Innovación del Litio, de la Universidad de Chile, le dijo a BBC Mundo que otros metales como el oro y el cobre seguirán valiendo mucho más que el litio, porque son mucho más escasos.

«El mercado del litio es muy pequeño, hoy en día se usan apenas 160.000 toneladas de carbonato de litio, el total de lo que se produce en el mundo. Y se trata de un negocio que genera unos US$500-600 millones, comparado a los US$50.000-60.000 millones que genera el cobre», comparó.

A pesar de la demanda creciente, expertos como Alée aseguran que las reservas de litio son suficientes para durar 1000 años, algo que garantizará que su precio se mantenga bajo.

El principal motivo es que el litio se usa en cantidades muy pequeñas. En baterías de computadoras y celulares se emplean cantidades mínimas, pero incluso en baterías para autos esta sustancia representa solamente el 5% del producto total.

Por eso, los científicos creen que la verdadera fortuna asociada al litio no está en la extracción, sino en el valor agregado.

Ernesto Calvo, director del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía de Argentina (Inquimae), le dijo a BBC Mundo que este país se propone construir sus propias baterías de litio para autos.

«Si Argentina pudo construir un reactor nuclear y un satélite, podemos hacer esta batería», afirmó.

Por ahora esta nación es la única de Sudamérica que tiene en marcha dos proyectos para crear baterías de litio para aparatos eléctricos. Sin embargo, las empresas del sector no fabrican las partes en el país, sino que las importan y ensamblan los insumos extranjeros.

Actualmente, la industria de las baterías de litio está en manos de países asiáticos, en especial Japón, y de Estados Unidos, que ha invertido cifras millonarias para desarrollar ese mercado.

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/10/121002_conosur_litio_vs.shtml